La cantidad de buques que ajustan sistemas de scrubbers para cumplir con el límite de emisión de azufre que impondrá la Organización Marítima Internacional (OMI) a partir del 1 enero de 2020, podría alcanzar un máximo de 6.000 unidades, mientras que los incentivos económicos disminuirían después de 2020, proyectó un reporte de S&P Global Platts Analytics.

Cuando el límite global de azufre de la Organización Marítima Internacional (OMI) en el bunkering descienda al 0,5% en 2020, el funcionamiento de un scrubber permitirá que un buque continúe quemando fuel oil en lugar de cambiar a combustibles más costosos con bajo contenido de azufre.

La instalación de este equipamiento en cada nave cuesta varios millones de dólares y tiene un costo de funcionamiento continuo, pero el armador u operador podrá esperar recuperar ese gasto de los ahorros obtenidos al continuar comprando fuel oil, señala el reporte.

Platts Analytics pronosticó que 2.200 buques podrían tener scrubbers instalados a principios de 2020, lo que representaría alrededor de 500.000 b/d de la demanda de fuel oil, aseguró Chris Midgley, director global de Platts Analytics, en la Conferencia de Bunker Fuel del Mediterráneo que se efectuó en Atenas, Grecia. Ese número podría llegar a 3.000 para fines de 2020, dijo.

Las instalaciones de scrubbers, están avanzando rápidamente a medida que los armadores que pueden pagar por ellos se apresuran a ajustar el equipo antes de la fecha límite de 2020. Sin embargo, la tasa de instalaciones podría reducirse en los años posteriores, dado que el número total podría alcanzar solo un máximo de alrededor de 6.000 unidades, dijo Midgley.

Cada instalación de scrubber agrega más soporte al precio del fuel oil, reduciendo la dispersión entre este y el combustible con un límite de 0,5% de contenido de azufre y limitando los ahorros de costos que puede brindar poseer un scrubber.

Esa dinámica, junto con los recortes en la producción de fuel oil a medida que las refinerías mejoran sus instalaciones, ofrecerá un mayor tiempo de recuperación para las inversiones de los scrubbers y, en última instancia, limitará el número total instalado en la flota global, proyectó Midgley.