Con la fusión de DNV (Det Norske Veritas) y (Germanischer Lloyd) en septiembre de 2013, irrumpió en escena DNV GL, la clasificadora marítima más grande del mundo que actualmente posee más 13.000 naves bajo su registro, las que son inspeccionadas cada año y renuevan su certificado cada cinco.

Christian von Olderhausen, War Ship Segment director de DNV GL, en el marco de Exponaval Trans-Port 2018 conversó con MundoMarítimo, ocasión en la que aclaró la importancia de la clasificación naval: “Sin certificación las naves mercantes no tienen acceso a seguro, ni bandera nacional. Así que este es un requisito fundamental para poder operar un buque”.

El ejecutivo igualmente destacó la presencia global de DNV GL: “Tenemos 350 oficinas en más de 100 países con colegas- como Louis Laclabere [presente en la entrevista] que es nuestro representante en Chile- quienes realizan las inspecciones en los buques, las que se programan a través de nuestros servicios por internet”.

Un desafío permanente de las sociedades clasificadoras es lidiar directamente con el progreso tecnológico de la industria, ámbito en el que DNV GL, siempre ha estado a la vanguardia. “Desde hace muchos años hemos empezado a desarrollar servicios a los armadores y también a los astilleros para optimizar buques, para mejorar, por ejemplo, el consumo de combustible”, indicó.

“Esto lo hemos desarrollado hace más que 10 años. Sobre todo, porque los armadores se veían confrontados con precios altos de combustible y había una cierta necesidad de reducir este consumo, lo que se logra por varios medios, por ejemplo, a través del diseño del casco de la nave de tal forma de disminuir la resistencia del agua”, graficó.

Este tipo de tareas de avanzada revisten una enorme complejidad, pero von Olderhausen, destaca la excelencia del personal de DNV GL, para llevarlas a cabo: “podemos decir con orgullo que contamos con los mejores ingenieros hidrodinámicos en el mundo, quienes han desarrollado modelos para optimizar el casco (a través de software) sin la necesidad de hacer pruebas en canal”.

Navegando hacia el año 2050

Más que en cualquier otro tipo de compañía, las clasificadoras visualizan el rumbo de la industria marítima, al ser testigos de primera línea de las modificaciones y consecuencias de las normativas, como la IMO 2020.  “Sin duda, bajo las normas que ahora se están produciendo, vemos una cierta tendencia hacia los combustibles alternativos. El gas licuado va a tener un rol importante, pero ya vemos otras tecnologías para la propulsión de buques como el hidrogeno y la propulsión eléctrica”.

DNV GL, ya forma parte de estos desarrollos: “En Noruega hay un proyecto, en el que estamos involucrados, para un buque costero de altamar de corta distancia, autónomo y de propulsión eléctrica”, apunta von Olderhausen, quien, al fijar la mirada en 2050, indica que “vamos a tener muy pocos sistemas quemando petróleo”.

“Creo que la industria marítima tiene una meta importante en tomar en cuenta estas nuevas tecnologías e incorporarlas y muchas navieras ya lo están haciendo. Por ejemplo, buques portacontenedores tienen ya instalados un sistema de propulsión dual que les permite en un futuro usar GNL, en vez de petróleo, lo que ya es un paso importante, en el cuidado del medioambiente”, comenta.

Certificación naval

Es conocido el hecho de que las armadas están exentas de cualquier normativa internacional, no se rigen por SOLAS ni MARPOL, normas que forman un marco muy rígido para sus funciones. Sin embargo, la tendencia parece revertirse y ya algunas marinas de guerra, sobre todo en Europa y en países avanzados como Australia, comienzan a homologarse a los requerimientos de la marina mercante.

“Creo que los buques navales tienen que garantizar a sus tripulaciones, a sus parlamentos, a sus naciones, que tienen un nivel de seguridad similar a los buques mercantes”, opina von Olderhausen, quien añade que “armadas de mucha tradición están aplicando, no solo reglas de navegación para construir un buque, sino que también conceptos de verificación técnica utilizados en los buques mercantes, a través de las clasificadoras”.

Otro aspecto interesante en este ámbito es que ante la disminución del interés de las personas conformar las dotaciones navales, se ha generado una tendencia en automatizar los sistemas de navegación, lo que genera también oportunidades a DNV GL: “Nosotros otorgamos el servicio técnico a las plataformas navales porque tenemos el conocimiento. En DNV GL, hay 4.000 especialistas en la parte marítima”, apunta el ejecutivo.

Revolución digital

Según von Olderhausen, DNV GL se encuentra, en general, abocada en una transformación digital que también significa un cambio mental dentro de los empleados de la empresa. “Tenemos un desafío de ofrecer productos y servicios digitales y uno de estos es una plataforma que hemos desarrollado que se llama ‘Veracity’, donde proveedores y clientes la pueden intercambiar datos de toda la industria”.

Por medio de esta plataforma- explica- se pueden suman servicios que agregan valor a los datos. Por ejemplo, permite entregar información al armador para realizar mantenciones preventivas, más allá del protocolo establecido, dándole la posibilidad de reaccionar a tiempo ante cualquier situación. También, entre otras capacidades, se lleva un registro del gasto por combustible, con información comparativa, en pro de un mejor desempeño.

DNV GL CHILE

Por su parte, Louis Laclabere, gerente de DNV GL para Chile, destacó que 2018 ha sido un año muy bueno, comparado con 2017. “Tenemos buenos clientes, como NSC, Hapag Lloyd, Southtrade y seis empresas pesqueras, entre otras y un total de 37 buques clasificados”, indica.

“Siempre estamos presentándonos a las propuestas de los astilleros, tanto a Asenav como Asmar, en cualquier propuesta de construcción naval estamos presentes y participamos. En este momento estamos en 2 ó 3 licitaciones y, por supuesto, esperando nuevos clientes; estamos recibiendo nuevos wellboats para la industria del salmón, llegaron dos recientemente y este mes llega otro. Estamos creciendo en distintos ámbitos”, asegura Laclabere.

Finalmente, al destacar el sello distintivo de DNV GL, frente a sus competidores señala que “DNV GL tiene el mayor equipo de profesionales y técnicos” y destaca que “nuestra experiencia técnica es muy sólida y tenemos la capacidad de responder cualquier pregunta técnica a nuestros clientes en solo cuatro horas”.