Hasta el tercer trimestre del presente año, las ventas de combustible por barcazas muestran una desaceleración en comparación con los dos últimos años cuando el crecimiento era de dos dígitos. Raúl De Saint Malo, CEO de Eagle Navigation, una de las compañías privadas que prestan servicios de barcazas en Panamá, explicó que durante los meses de mayo, junio y julio existe una tendencia usual a la baja.

No obstante, “el sector ha sufrido una situación de problemas de calidad en varios puertos incluyendo Panamá, a raíz de un producto importado del Golfo de México.  Esto también ocasionó una baja en el mercado.  Pero, entendemos que los problemas de calidad terminaron en julio, y el mercado está poco a poco regresando a su volumen normal.

Sin embargo, la estadística de la AMP mostró tendencia a la baja en venta de combustible en septiembre y octubre, en comparación con igual período del año anterior.

En agosto de 2016 se inauguró el tercer juego de esclusas, permitiendo la llegada de buques Neopanamax de 10.000 a 13.000 TEUs; lo que ha incrementado el promedio de volumen por entrega. Sin embargo, el número de entregas se ha mantenido aproximadamente igual, sin un incremento proporcional, aseguró Saint Malo.

Explicó que una nave de 10.000 a 13.000 TEUs depende de varios elementos para el despacho de combustible como son: tamaño de la nominación, la capacidad de bombeo de la barcaza, y la eficacia operativa de la tripulación entre otros.  Sin embargo, muchas de las entregas de los Neopanamax se llevan a cabo durante operaciones de carga, lo cual hace a Panamá muy eficiente.

Unas 32 barcazas operan en la República de Panamá, las que en su mayoría (23) prestan servicio en la entrada del lado Pacífico del Canal y las otras 9 en el Atlántico panameño. En promedio, cada barcaza posee unos 23 Tripulantes entre los turnos que existan.

Pese a que Panamá no posee refinerías, la industria de venta de combustible en Panamá ofrece precios competitivos, según Saint Malo. “Hay que tomar en cuenta que Panamá compite con Puertos en el Golfo de Estados Unidos, los cuales poseen refinerías, además a raíz del “Fracking” estas se han vuelto aún más competitivos”.

Panamá cuenta con 4 terminales en cada litoral y desde el punto de vista de Saint Malo hay suficiente capacidad de almacenamiento. “Por lo próximos 10 años aproximadamente, estimamos que no es necesaria más capacidad de almacenaje de combustible, debido a las regulaciones medioambientales, nuevas tecnologías y combustibles alternativos tales como el Gas Natural, hará que el uso de combustibles fósiles líquidos disminuya en un futuro no tan lejano”, subrayó el empresario.

El combustible marino que se ofrece a la industria marítima mundial en Panamá proviene del Golfo de los Estados Unidos y otra parte proviene de la costa oeste de Latinoamérica como México, Ecuador y Perú, éste último en algunas ocasiones.

Sin embargo, a raíz de nuevas regulaciones que tomaran efecto en enero de 2020, las fuentes de productos para Panamá podrían cambiar significativamente, apuntó DE Saint Malo.  “Sabemos que el Golfo continuará siendo un proveedor importante, pero habrá otras regiones que podrán producir las especificaciones que requerirá esta nueva regulación”.