La industria salmonera, la más relevante del sur austral de Chile, pasa por un muy buen momento. El gremio representa a más del 95% de los productores del país, quienes -junto con el sector frutícola- se posicionan como los exportadores más relevantes tras la minería.

El presidente de SalmonChile, Arturo Clément, que asumió su cargo en enero de 2018, conversó con MundoMarítimo sobre los avances de la industria en la que se ha desempeñado por más de 30 años y de los desafíos que el crecimiento y los niveles de trazabilidad alcanzados representan para los servicios.

¿Cómo ve los avances del sistema de ventanilla única?
Hoy, algunos países avanzan en términos de certificaciones electrónicas, pero eso tenemos expandirlo a todos los países exportadores y simplificar la documentación. Es súper importante para nuestros clientes y nuestros mercados tener los documentos a la brevedad, entonces, cuando se hace la certificación electrónica es una tremenda demostración de eficiencia como país, que nos genera una posición competitiva súper buena. Es un desafío para el Estado poder implementar la mayor cantidad de certificaciones posibles.

¿Usted lleva tres décadas en la industria salmonera, cómo ha visto la evolución del Servicio Nacional de Pesca en todo este tiempo?
Hemos avanzado harto. Ahora se va a implementar la modernización de Sernapesca y esperamos que se agilice mucho más todo. Estamos trabajando coordinadamente en distintos mercados, viajamos mucho con las autoridades, pero es importante que los servicios escuchen a los exportadores para que adapten sus necesidades a nosotros y no nosotros a ellos, pero sí, hemos tenido buenos avances con Sernapesca.

¿Qué podría decir de los avances en tecnología para mejorar la trazabilidad de los productos?
Llegamos a los mercados más exigentes y los niveles de trazabilidad son espectaculares, desde la reproducción, el smolt, el pez; hasta el proceso y la exportación. Esa una de las ventajas de las industrias exportadoras: somos capaces de generar sistemas de trazabilidad de los más altos estándares.

¿Qué aprendizaje dejaron el hundimiento y posterior reflote con salmones muertos del wellboat “Seikongen”, en la región de Los Lagos?
Fue un proceso súper largo, los permisos para todo se demoran. Hubo bastante alarma pública injustificada, muchos alcaldes y políticos se alarmaban, pero esta nave tenía 100 toneladas de una masa absolutamente inerte. Todo el mundo ponía el grito en el cielo, sin embargo, el alcantarillado cae directo al mar y la playa de Puerto Varas hace dos años está cerrada por altos niveles de coliformes y nadie dice nada. Entonces, hay una distorsión, se exageran ciertas cosas. Obviamente, tenemos que manejarnos mucho mejor comunicacionalmente, pero hay una distorsión enorme. Con cada cosa que ocurre de este tipo se genera un pánico impresionante.

Fue un buen cierre el de 2018 ¿Cómo proyecta el de 2019?
Esperamos seguir creciendo. En 2018, superamos la barrera de los US$5.000 millones, que es una cifra importante. Hoy la industria salmonera es la tercera exportadora, después del cobre y muy cerca de la fruta, así es que se ven buenas perspectivas, cerramos el año en US$5.150 millones con un aumento de 11%. En volumen no lo tenemos cerrado todavía, pero quizá será algo menos de un 10%, por lo tanto, parte del crecimiento tuvo que ver con un pequeño aumento de precio. Estimo que para el próximo año vamos a tener un crecimiento de las mismas características.