Maersk y MSC anunciaron que fueron despachadas sin cargos en contra, tras una investigación antimonopolio por parte del Departamento de Justicia de los EE. UU., diligencia que fue iniciada en 2017 y en la que ambas navieras tuvieron que declarar. Cabe consignar que también otros actores de la industria marítima global como Hapag Lloyd, fueron sometidos a este proceso informó Reuters.      

Las navieras portacontenedores, realizan intentos por reducir sus costos mediante alianzas para complementar agendas de rutas navegación y recaladas en puertos. Los críticos de estas prácticas, señalan que esto podría llevar a servicios reducidos y aumentos de precios para los clientes.

Desde MSC aseguraron que el Departamento de Justicia les había informado sobre el cierre de investigación sobre el MSC y la industria global de transporte de contenedores sin presentar cargos ni imponer sanciones.

"Esta es una decisión importante en la que la industria global de transporte de contenedores ha sido investigada y exonerada por completo", aseguró la compañía en su comunicado el martes.

A.P. Moller Maersk, en tanto, confirmó que el Departamento de Justicia había cerrado su investigación y había liberado a Maersk de cualquier obligación en virtud de las citaciones del Gran Jurado emitidas en marzo de 2017.

Camilla Jain Holtse, jefa de derecho y política de competencia de A.P. Moller Maersk, aseguró que la compañía había brindado una cooperación total durante la investigación.

La investigación podría haber dado lugar a grandes multas en un momento en que el sector de portacontenedor está luchando ante la desaceleración del crecimiento económico mundial.

La semana pasada, Maersk advirtió que los vientos en contra del comercio global desacelerarán el crecimiento de la demanda de contenedores este año haciendo caer sus acciones hasta un 12%. La acción bajó un 2,3% el martes, mientras que las de Hapag Lloyd se desvalorizaban un 2,8%.

La investigación realizada en EE. UU. siguió casos separados en otras jurisdicciones en los últimos años.

En 2016, los reguladores antimonopolio de la Unión Europea aceptaron una oferta de Maersk y 13 competidores para cambiar sus prácticas de fijación de precios para evitar posibles multas.