ONE, el sexto armador más grande del mundo analizó la situación del mercado argentino y cómo su apertura ha generado avances. "Nuestros buques están llenos, si quisiésemos vender más no podríamos, el país tiene un nivel de exportación comparativamente mucho mejor que en tiempos pasados", aseguró Fernando Maggi, gerente general de la naviera en Argentina al tiempo que admite que "las cosas ahora son más simples de lo que eran", según consignó La Nación.

Sin embargo, hay desafíos que plantean interrogantes de cara al futuro de las operaciones. De ello dio cuenta el presidente de ONE Argentina, Patrick Campbell, quien indicó que "con Brasil en una situación económica compleja y la Argentina en recesión, tenemos que cuidar los costos y debemos ser lo más eficientes posible para que los barcos vengan".

En ese sentido, una de las grandes problemáticas del sector naviero radica en que el crecimiento a nivel global de un negocio de escala, que no fue acompañado por obras de infraestructura imprescindibles. "Hace 10 años arribaban buques de 4.000 TEUs y ahora alcanzan los 22.000, pero la infraestructura en puertos y en accesos no crece a esa velocidad", planteó Maggi para quien el puerto de Buenos Aires posee una "infraestructura obsoleta".

"Mirando al agua tienes problemas, del canal, del dragado, problemas técnicos que son cuellos de botella. Y mirando hacia tierra también tienes dificultades como el costo logístico de Argentina que es caro en relación con el resto del mundo, no hay trenes, tienes autopistas limitadas, pocos centros de distribución y no existen centros de transferencia de carga, hay mucho por hacer", considera.

Asimismo, desde el ámbito de la navegación, el presidente de ONE señaló que “hay temas de dragado, de calados, los barcos grandes tienen problemas para ingresar a los terminales. Para entrar y salir del puerto, un solo barco cuesta unos US$260.000, casi el doble que en la región", agrega Campbell.

Finalmente, la comparación entre puertos de río con los oceánicos es fundamental. "No se puede comparar un puerto de río como el nuestro, que tiene 12 horas de navegación en un canal, con un puerto oceánico", sostuvo Maggi.

Para los ejecutivos de ONE, es un "llamado de atención" hacia las autoridades con quienes tienen diálogo permanente, pero son conscientes de que para realizar las necesarias modificaciones "se necesitan inversiones millonarias y planificación".

Balance positivo

Al momento de la fusión de las compañías marítimas MOL, NYK y “K” LINE, que dieron origen a la naviera ONE, los directivos de la nueva naviera fijaron tres objetivos principales, que se han cumplido de acuerdo con lo propuesto.

"Primero no perder un solo contenedor, algo que en la Argentina se logró; segundo, poder estabilizar la organización con los procesos, los sistemas y reportes; y tercero, hacerlo exitosamente. Han pasado recién 10 meses y el nivel de respuesta que hemos logrado es muy satisfactorio", sostuvo el gerente general de ONE, Fernando Maggi.

Ambos ejecutivos se muestran optimistas de cara al futuro. No obstante, admiten que ello dependerá en gran medida de las oportunidades de crecimiento de la región. "Hay una correlación entre el aumento del PIB y el crecimiento del volumen de contenedores", afirmó Maggi. "Es muy importante el crecimiento del PBI para ver el incremento del volumen de contenedores", suma Campbell.