Luego de la entrada en operación del Terminal de Contenedores de Moín (TCM) en la zona portuaria de Limón, se cerró en los primeros meses de este año un centro de trabajo de la empresa Standard Fruit Company -subsidiaria de Dole- que incluía el Departamento de Operaciones, Terminal y Taller ubicado en Limón, Costa Rica.

La medida fue amparada en que las funciones de la atención de contenedores (con carga de banano) serían realizadas dentro de la tarifa integral cobrada por la TCM y se hacía innecesario el mantenimiento del centro de trabajo.

Dicha modificación en el esquema portuario de la ciudad generó un efecto domino que hoy le repercute al Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), que perdió a su principal cliente en el servicio de carga en el Atlántico y por consiguiente poco más de US$1,8 millones para este año, según consignó Crhoy.com

El instituto brindaba transporte de banano desde 2 fincas de la empresa hacia las instalaciones del complejo portuario en Limón. En los últimos 15 años, movilizó la carga desde Anita Grande de Guápiles hasta Limón y los ramales bananeros.

Según datos proporcionados por Incofer, en el primer semestre de 2018 se transportaron 1.119.070 cajas de banano y para el segundo semestre se transportaron 759.653 cajas. En total, el ingreso económico por eso fue superior a casi US$231.639 alcanzando un 38% de la meta proyectada.

Sostenibilidad financiera

Ante la situación, la presidenta ejecutiva del Incofer, Elizabeth Briceño, indicó que recibieron respaldo directamente desde la Presidencia de Costa Rica y existe un compromiso para el giro extraordinario de recursos que ayuden a cubrir el monto faltante.

“Tenemos un servicio modesto, evidentemente, con la salida de Dole debido a que le transportábamos cajas de banano y ahora tenemos nada más transporte de acero (…) Dole ha sido tradicionalmente nuestro cliente más importante. Por supuesto que el no tener operaciones en este momento con ellos ha sido sensible. Sin embargo, hemos tenido un apoyo absoluto de la Presidencia de la República”, detalló la titular de la entidad ferroviaria.

Briceño confirmó que para procurar la sostenibilidad financiera buscan opciones de autofinanciamiento y ponen la mira en implementar el transporte de carga hacia el Pacífico.

“Estamos tocando varias puertas en materia de poder autofinanciarnos. Uno de los temas importantes es haber dado el giro y ver hacia el océano Pacífico. Donde ya tenemos empresas interesadas en optimizar la carga desde puerto Caldera a sus fábricas y poderles transportar su materia prima”, destacó.

“Con Dole, era todo el tema de los contenedores de banano, pero también les facilitábamos el papel cartón. Por ambas vías se nos dio la reducción”, apuntó la funcionaria.

Proyecto adicional

En paralelo, el pasado 6 de junio el Incofer y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) anunciaron que destinarán US$1.149,74 para realizar los estudios de factibilidad pertenecientes al Tren Eléctrico Limonense de Carga (Telca).

“Dentro de lo que perfilamos, para inscribir este proyecto (Telca) en el banco de proyectos del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan), hicimos una estimación inicial que, con 10 viajes diarios, por 6 días a la semana, cada uno de esos viajes llevando 65 contenedores, más una operación de pasajeros de turismo, este proyecto se nos hace viable”, precisó la presidenta de Incofer.

Se proyecta que dicho estudio de factibilidad (con detalles de mercado, técnicos, financieros, ambientales y sociales) estará listo en marzo del próximo año, para iniciar el proceso de licitación a finales de 2020.

Otro de los horizontes que proyecta la empresa radica en que en un mediano plazo se logre una conexión entre Bajos de Chilamate y Muelle de San Carlos, con miras a establecer una vía férrea hacia Tablillas.