Arica trabaja en un nuevo plan regulador para la ciudad que a diario convive con el cumplimiento de tratados internacionales suscritos por Chile con países vecinos —1904 con Bolivia y 1929 con Perú— donde se garantiza el libre comercio y tránsito de bienes por terrenos que incluyen un terminal portuario emplazado en alrededor de 20 hectáreas, frente a un centro histórico y de servicios, además de dos ferrocarriles internacionales con sus estaciones y sus respectivas líneas que cruzan el radio urbano. Asimismo, carreteras que usan miles de camiones por semana que transportan productos desde y hacia Bolivia y Perú. Y también terrenos en medio de la ciudad, donde se almacenan contenedores y materias primas que tienen a Chile como una escala.

La iniciativa de plan regulador contempla extender el radio urbano hacia el norte y limitar la expansión hacia los valles agrícolas. A ello se suman obras de mitigación en el borde costero para proteger a usuarios y construcciones de los efectos de las marejadas. A lo anterior se suma liberar paños de terrenos en el barrio industrial, en medio del radio urbano, para el desarrollo de proyectos inmobiliarios habitacionales y mantener industrias que no generen contaminación.

La directora de la Dirección de Fronteras y Límites (Difrol), Ximena Fuentes visitó la región de Arica y Parinacota para conocer los alcances del nuevo instrumento de planificación territorial. Para el organismo es fundamental que "se mantenga en orden territorios para el comercio internacional, como vías férreas, la estación del ferrocarril o los yacimientos petrolíferos", según informó El Mercurio.

En ese contexto sostuvo un encuentro con profesionales de la Secretaría Comunal de Planificación de la Municipalidad de Arica para plantear consultas sobre eventuales cambios. "Todo Arica y Parinacota es una zona fronteriza y, por lo tanto, el interés de la Difrol de revisar los actos del Estado que se realizan en la zona fronteriza. Lo que a nosotros nos interesa es la relación con nuestros países vecinos", agregó.

Obras portuarias

Cabe destacar que el puerto de Arica invirtió casi US$10 millones en habilitar un antepuerto o puerto seco, y una zona de extensión portuaria, en el acceso al valle de Lluta, a unos 11 km del terminal portuario. Los recintos reciben excedentes de cargas y hasta 216 camiones bolivianos en forma simultánea, en tránsito con bienes. La atención es gratuita, contando con seguridad y servicios básicos.

Mientras el astillero, que funciona desde hace cinco décadas junto al puerto, activó un proyecto que supera los US$4 millones, que incluye paseos y senderos peatonales, luminarias, miradores, áreas verdes, ciclovías, calles secundarias y servicios, que permitan apreciar la bahía, parte de la actividad del aledaño puerto y sus propias faenas. El objetivo es incorporarse a la renovación de la costanera.