Desaparecer de los sistemas de seguimiento global, es la forma que los armadores de buques tanque petroleros están encontrando para reducir los riesgos de navegar por el estrecho de Ormuz, el punto más importante del mundo –y últimamente el más peligroso– para el transporte de petróleo.

Como respuesta a las maniobras impulsadas por Irán, durante julio, al menos 20 buques tanque apagaron sus transpondedores mientras navegaban por el estrecho. En tanto, que otros parecen haber alterado ligeramente sus rutas una vez dentro del golfo Pérsico, navegando más cerca de lo habitual de la costa de Arabia Saudita en ruta a los puertos de Kuwait o Irak, de acuerdo con datos de seguimiento de petroleros compilados por Bloomberg.

Antes del último aumento de las tensiones con Irán, los buques eran más consistentes al señalar sus posiciones cuando pasaban por la vía por donde transita un tercio del transporte marítimo de petróleo del mundo. Una vez dentro del Golfo, las rutas marítimas pasan bastante cerca de la costa iraní, bordeando el campo de gas costa afuera South Pars/North compartido entre Irán y Qatar. La mayoría todavía lo hace, pero un número cada vez mayor parece estar intentando algo nuevo.

No sorprende que los buques tanque estén haciendo todo lo posible para minimizar el riesgo. La región del Golfo ha sido testigo desde mayo de una serie de ataques de buques, incautaciones de petroleros e incluso el derribo de un dron, todo en el contexto de las sanciones de Estados Unidos con el fin de paralizar a Irán. El seguro de riesgo de guerra se disparó para los armadores de petroleros que embarcan hidrocarburos en la región.

Eso se refleja actualmente con la presencia de dos buques de guerra británicos, situados en aguas alrededor de Ormuz, donde recientemente escoltaban los buques tanque que ondean su bandera. De igual forma, la Quinta Flota de EE.UU. opera permanentemente en la región.

Ante la tensión, el 31 de julio la Autoridad Marítima de Noruega aconsejó a los buques con bandera de su país, minimizar el tiempo de tránsito en las aguas territoriales de Irán.

A su vez las sanciones de EE.UU. a Irán han generado que nerviosismo en los capitanes de los petroleros por los riesgos de quedar atrapados en el conflicto.