De manera exitosa se llevó a cabo el embarque de 4.000 toneladas de chatarra, propiedad del Grupo Lampa, a bordo del buque “MV Cordillera” de la naviera Transmares. La operación, inédita para la marina mercante chilena, se realizó a comienzos de mes en el puerto de Talcahuano, región del Biobío, desde donde la nave zarpó con rumbo a Perú.

José Manuel Walker, jefe de Ventas de Transmares explicó a MundoMarítimo que se trato de un proyecto que se vino desarrollando durante todo el año 2017: “Fueron muchos viajes a la región del Biobío y a Perú, en donde en cada reunión que sostuvimos se revisaban y analizaban todos los detalles y aspectos relevantes para llevar a cabo éste embarque”.

En dichas instancias planificaron sitios de acopio, ritmos de carga y descarga, métodos de embarque, etc. Bajo la mirada especializada del gerente de Operaciones de Transmares, Pablo Talavera, personal de la naviera visitó cada puerto de la región del Biobío, buscando al que otorgara las soluciones más eficientes sin dejar de ser competitivo, optándose finalmente por el de Talcahuano.

“También sostuvimos reuniones de planificación tanto con el exportador en Chile como con el receptor en Perú, logrando finalmente ser un puente entre ellos que facilitara la materialización del proyecto”, apuntó Walker.

Operación inédita en Chile  

La importancia de esta operación radica en que se trata de la primera vez que se realiza un embarque de estas características en la historia marítima comercial chilena, proceso en el que debieron superar todos los desafíos técnicos que implica un trabajo de este nivel.

“Creemos firmemente que hoy hemos abierto una oportunidad a las empresas exportadoras de este material que buscan transportar cantidades significativas a mercados de Europa, Asia y Sudamérica y en donde ha quedado demostrado que una operación de este tipo es posible, conveniente, otorgando, al mismo tiempo, competitividad a un commodity tan sensible al precio como lo es la chatarra”, proyectó José Manuel Walker.

¿Qué significó para Transmares llevar a cabo el primer embarque de este tipo?

“Para nosotros es un gran orgullo haber podido llevar a cabo éste embarque que, sin duda, marcará un antes y un después en la forma que se exporta este material desde Chile hacia los mercados internacionales. Hoy estamos abriendo nuevas oportunidades para nuestros clientes, en donde una industria marítima ultra competitiva te exige cada vez con mayor fuerza ofrecer soluciones y servicio personalizado a las empresas que buscan hacer crecer su negocio, y, en ese sentido, Transmares está constantemente buscando las soluciones y evaluando alternativas para ofrecer cada día un mejor servicio a quienes nos prefieren”.

En cuanto a la posibilidad de continuar ejecutando operaciones de similares características, José Manuel Walker indicó que “estamos trabajando para continuar realizando esta operación” y destacó que “lo bueno de todo esto, es que gracias a este primer embarque ya hemos sido contactados por otras empresas tanto nacionales como internacionales, que supieron de este proyecto y que están mostrando un gran interés en replicar esta experiencia en sus respectivas compañías, por lo que no sería raro que estemos exportando material a Ecuador en un futuro próximo”.  

¿Cuál es el contexto del negocio de transporte de chatarra para países como Chile?

“Existe un importante boom por todo lo que es el cuidado del medio ambiente y reciclaje, en donde en el último tiempo nuestro país se ha destacado dentro de la región por seguir esta tendencia mundial. En Transmares, como naviera chilena, también estamos conscientes de ello y nos llena de orgullo poder contribuir con un granito de arena en el cuidado del planeta lo que ha sido también una gran motivación para llevar a cabo este sueño que hoy se vuelve realidad”.  

Finalmente, José Manuel Walker resaltó que “debemos agradecer a todos quienes permitieron que este proyecto pudiera materializarse. Hay un gran esfuerzo logístico detrás de todo esto. Puerto Talcahuano, nuestro broker en Perú, la tripulación de la MN Cordillera, la Gerencia de Transmares, nuestro cliente en Chile y el receptor en Perú, todos ellos creyeron en esta idea que, con esfuerzo, dedicación y especial cariño, se pudo concretar”.