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    MSC: temporada de cherry y el futuro del shipping en Chile

    来源:https://www.mundomaritimo.cl/    编辑:编辑部    发布:2019/11/19 09:09:15

    La contingencia en Chile, producto del estallido social de mediados de octubre pasado, ha calado en toda la industria productiva del país. El sector marítimo no ha sido la excepción. La inestabilidad política ha generado ruido tanto en el comercio de bienes de consumo como en la inversión extranjera. Los puertos de Chile forman parte de la cadena de las rutas comerciales que recalan en la WCSA, causando retrasos en las recaladas y zarpes programados, además de un claro impacto en la carga. MundoMarítimo conversó en exclusiva con Mediterranean Shipping Company (MSC), desde donde compartieron sus visiones del momento y proyecciones.

    Hasta ahora, nuestra imagen como país es la más dañada. Los volúmenes de carga en importaciones ya habían decrecido por la Guerra Comercial entre China y Estados Unidos. El cobre y la exportación del norte de Chile, básicamente minerales, se han visto también afectados, así también como la importación desde Oriente, Estados Unidos y Europa. Esperamos que la temporada de carga reefer no se vea muy afectada; de lo contrario, el impacto será aún mayor para Chile”, comenta Maximiliano Alcortagerente regional de Operaciones de MSC, quien agrega que “por su ubicación geográfica, Chile está alejado de las principales rutas comerciales, por lo que, a las ineficiencias que ya tiene la cadena de comercio exterior (de acuerdo con los índices OCDE, Chile está en el lugar 31), se suman estos eventos que terminan por afectar, negativamente, aún más el comercio exterior chileno”.

    Expo/impo en la cuerda floja

    La temporada de cerezas comienza en diciembre, siendo el peak de la exportación de carga refrigerada durante marzo / abril. Para que la exportación sea exitosa, es clave que los puertos no paren. “Hasta ahora sigue todo según lo planificado e iremos evaluando en el transcurso de las semanas entrantes los pasos a seguir” comenta Alcorta, quien recalca que, “producto del alza del dólar, los productos importados son más caros, desde el plátano (banano) que viene de Ecuador al electrodoméstico que se vende en el retail, debido a que todas las tarifas del rubro marítimo portuario están fijadas en dólares. La demanda por el consumo de bienes cayó y ya se ha visto que las pymes en Chile deben recibir apoyo para recuperarse de este mes de manifestaciones”.

    Por otro lado, “evaluar hoy las repercusiones para el rubro marítimo ante la incertidumbre que hoy enfrenta el país, es difícil. Sin embargo, considerando los grandes costos involucrados en recalar un barco en Chile, un aumento adicional requerirá de una nueva evaluación de la composición de los actuales servicios. Necesitamos mantener la frecuencia semanal. Cada vez son menos los servicios que llegan a Chile”.

    A recuperar la confianza

    Según Alcorta, “se generó desconfianza para realizar inversiones y desarrollar nuevos proyectos, y sobre la continuidad de operación de los puertos”. En consecuencia, “a las cargas de proyecto y la importación de bienes que ya están afectadas, se suma la incertidumbre de que la carga en exportación no pueda ser embarcada en los plazos que la fruta necesita. Afortunadamente, los transportistas, en el modo marítimo, aéreo y por sobre todo el terrestre, están haciendo un gran esfuerzo que va más allá de lo habitual”, destaca el ejecutivo.

     El fantasma de los buques vacíos

    Los paros de los estibadores han causado un fuerte impacto en el arribo y zarpe de naves, lo que se suma a los cierres portuarios por marejadas y viento, que habitualmente ocurren en los puertos chilenos, sobre todo en San Antonio, Antofagasta, Iquique y Arica, lo que impacta directamente en el comercio exterior chileno. “No podemos olvidar que más del 90% del comercio exterior chileno se transfiere a través de los puertos y, en consecuencia, son estratégicos para el crecimiento de Chile. Claramente, no pueden parar sus operaciones”, recalca Alcorta.

    El ejecutivo destaca que la actual situación ha desarmado los itinerarios previamente programados, sobre todo, para las naves que deben cruzar el canal de Panamá. “Hemos zarpado con buques vacíos, sin poder embarcar un contenedor en los puertos chilenos, ya sea porque la carga no llegó o no pudo entrar a puerto y/o porque en los puertos donde se consolidan los contenedores, la operación simplemente no se concretó. Por otro lado, las naves con carga en importación han debido esperar hasta una semana para poder descargar lo cual, por defecto, afecta las cargas en exportación".

    Por ejemplo, explica Alcorta, la “MN MSC Aino”, que recaló en su viaje sur en San Antonio el 21 de octubre, recién atracó e inició sus operaciones el 25 del mismo mes, para poder recién zarpar del país el 2 de noviembre. Tras 12 días en Chile (seis días por sobre lo normal) ni siquiera pudo embarcar la carga en exportación de la zona central. “Hechos como éste crearon un efecto dominó, donde naves que recalaron en Chile, como la ‘MN MSC Sara Elena’ y ‘MSC Paris’, debieron también esperar para poder realizar su operación portuaria, la que incluso demandó ir a puertos no habituales en la rotación normal del servicio. Afortunadamente, los servicios de Aduana y SAG han mantenido turnos éticos apoyando la operación portuaria, sobre todo en Valparaíso. Sin embargo, los días en los cuales se vivió el estado de emergencia afectaron el normal transito del trabajador portuario y su trabajo en los terceros turnos. Por supuesto, hubo excepciones, como en el puerto de Arica, donde sus estibadores igualmente llegaron para cumplir con su turno nocturno”.

    Por MundoMaritimo