Los planes que existían para el edificio corporativo de Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) cambiaron. Su presidente (i), Raimundo Cruzat, comunicó en su cuenta de Twitter que la empresa no tenía contemplado utilizar el inmueble.

El edificio, abandonado desde febrero de 2007, luego de que una explosión por una fuga de gas provocara un incendio que consumió la estructura, fue adquirido por EPV. “A nuestro juicio, la anterior (idea del proyecto) era una mala decisión. El resumen es que era un edificio de más de US$ 11 millones para 80 personas, sin contar valor del terreno. Además, los plazos estaban apretados para cumplir con los requerimientos de accesibilidad por contrato con TCVAL”, escribió Cruzat.

Según detalló El Mercurio de Valparaíso, la decisión dejó inquieto al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, “No descartamos ninguna opción, desde solicitar la devolución del paño, para poder construir un proyecto junto a la comunidad del Barrio Puerto o, por otra parte, desarrollar un proyecto en conjunto con la EPV. Vamos a solicitar una reunión con Raimundo Cruzat para conversar sobre esto”, dijo Sharp.

El proyecto de construcción tendría un valor de US$ 11 millones y contaba con los permisos de la Dirección de Obras, del Consejo de Monumentos Nacionales y la Secretaría regional ministerial de Vivienda, la autorización del Ministerio de Desarrollo Social y de la Dirección de Presupuesto. Incluso se hizo una consulta de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental sobre si procedía ingresar el proyecto a trámite medioambiental, ratificándose que no se requería.

Por MundoMarítimo