De acuerdo a Xeneta, hasta ahora, a medida que los ciclos de contratación de fletes se ejecutan y finalizan, la consultora solo ha recibido a gotas información sobre las tarifas negociadas y pactadas por expedidores y navieras.

Señala que las experiencias que se han comunicado son muy variadas. Algunos expedidores reportan que están de acuerdo con las tarifas con sobrecargos obtneidas por concepto de búnker en razón de IMO 2020 para el primer trimestre (de hecho, cuando se comparan estas tarifas con las contratadas a principios de año, sorprendentemente han resultado estar en niveles aún más bajos. Otros en cambio han optado por un enfoque flexible, acordando ajustes trimestrales de combustible, con un enfoque de "esperar, observar y ver", mientras que algunos han adoptado un enfoque mixto.

Igualmente, observa que los factores de oferta y demanda impactados por los eventos observados en 2019, tales como la implementación de restricciones de capacidad o factores como las guerras comerciales/aranceles triunfantes y el resultado inminente de Brexit, en muchos casos es más probable que impacten sobre los niveles de las tarifas que sobre los recargos consecuencia de IMO2020.

En este escenario, Xeneta señala que en términos de estrategia de obtención de tarifas es difícil hacer recomendaciones de manera concluyente, ya que cualquier decisión depende en gran medida de lo que sea factible para los expedidores individuales.

Que los expedidores puedan retrasar el contrato de nuevas tarifas de flete durante el mayor tiempo posible, para Xeneta es una medida aconsejable. De hecho, para la consultora es recomendable esperar durante el primer trimestre de 2020, ya que el retraso de las negociaciones y el seguimiento de la evolución de las tarifas de flete durante deberían proporcionar una mejor visión de cómo navegar en las próximas negociaciones sobre tarifas de flete.

Sin embargo, la espera no siempre es posible para todos y, por lo tanto, la incorporación de un elemento de flexibilidad en las estrategias de adquisición de tarifas (por ejemplo, garantizar los ajustes de tarifas trimestrales) podría ser una alternativa plausible y una solución menos arriesgada en el futuro.

En última instancia, a medida que transcurre la transición de 2019 a 2020, el desenlace de la aplicación de IMO2020 será más claro para aquellos expedidores que puedan supervisar los movimientos del mercado de las tarifas de flete de forma continua y ajustar sus estrategias en consecuencia.