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    La experiencia laboral de una mujer en el Canal de Panamá

    来源:    编辑:编辑部    发布:2018/04/09 09:39:10

    Eyda Ríos se desempeña como remolcadora en la casa de control en las esclusas de Pedro Miguel. Llegó a trabajar en las Esclusas de Gatún (provincia de Colón en la entrada Atlántica del Canal de Panamá), como asistente por tres meses, 35 años atrás.

    Acerca de sus años de experiencia laboral en el Canal de Panamá comenta: “han sido extraordinarios, me ha permitido desarrollarme como ser humano aportando valor al país, a la sociedad y a la familia. Aunque al principio fue un poco cerrada las oportunidades, insistí, perseveré y demostré que no por ser mujer no podía aportar valor, así me gane la posición de respeto y consideración entre mis compañeros de trabajo hoy día cuento con 35 años de servicio compartiendo entre risas, retos y desafíos”.    

    Siendo ingeniera eléctrica, su trabajo más desafiante fue como aprendiz de mano de obra en las Esclusas de Gatún, donde tenía que cumplir diversas funciones. “Mi actitud en ese momento fue la clave para desarrollarme como profesional aquí en el Canal”, indica.

    Al referirse a la forma en cómo compatibilizó su trabajo y vida familiar, recuerda que en sus tiempos en se desempeñaba como operaria de locomotora “tenía a mis hijos pequeños y fue una gran oportunidad para mí. Poder compartir tiempo con ellos antes de ir a la escuela o cuando regresaban, me permitió ayudarlos con las tareas y estar con ellos. Poder abrazarlos antes de que se fueran a la escuela realmente fue una gran bendición”.

    Desde las entrañas de las esclusas

    Eyda ha ejercido puestos de supervisión en distintas áreas y entre todos los proyectos, recuerda con gran orgullo el grupo de trabajo del proyecto de conversión eléctrica en las Esclusas de Gatún, del que destaca la camaradería y el apoyo.

    Para poder estar en la cabina de control, para poder entender todo lo que estas pantallas indican y hacer el trabajo de una manera óptima, tienes que haber estado allí abajo, en las entrañas de las esclusas”, reflexiona la trabajadora que, luego de Sixta Díaz (ya jubilada) es la última en ocupar el puesto de operadora de la casa de control en 20 años.

    Acerca de sus actuales funciones, explica: “La posición del operador de la casa de control es importante. Hay muchos desafíos y debes tener mucha coordinación con el personal a bordo de la nave, así como con el del remolcador y los operadores de locomotoras”.

    En cuanto a la oportunidad de desarrollarse laboralmente en el Canal de Panamá, señala que “a lo largo del camino tuve muy buenos compañeros, amigos y jefes. He tenido dificultades y ellos siempre han estado allí. Por eso quieren seguir trabajando con este equipo. No hay obstáculos sino desafíos”.

    Agrega que “el aporte que podemos realizar (las mujeres) es de gran valor construyendo un mejor futuro, conquistando un logro y satisfacción personal, logrando mejorar nuestro entorno dejando nuestro aporte en este mundo”. Por ello, insta a que el Canal de Panamá continúe incorporándolas en su personal, “porque los resultados han sido positivos con grandes aportaciones, magnificas ideas, sugerencias visionarias y versátiles”.

    ¿Qué les diría a las mujeres panameñas respecto a considerar el canal como una opción de trabajo?

    Lo primero que le diría es que es una gran oportunidad y un privilegio trabajar en el Canal de Panamá siendo un área donde originalmente las tareas son dirigidas a hombres, nos han abierto las puertas y permitido desempeñarnos como profesionales, donde hay igualdad de género se trabaja mancomunadamente, en equipo y mucha camaradería”.