Foreship informó que un número creciente de armadores está reconsiderando sus decisiones sobre la mejor manera de cumplir con las restricciones de emisiones de la normativa IMO 2020. La consultora dice que ha visto un aumento sin precedentes de consultas sobre cómo se pueden instalar los sistemas de limpieza de gases de escape a corto plazo, luego de los recelos sobre la calidad y disponibilidad del fueloil con un contenido de azufre del 0,5%.

Después de la entrada en vigor de la nueva normativa que limita el contenido de azufre en el combustible el pasado 1 de enero, muchos de los armadores que implementaron depuradores han informado de una transición relativamente tranquila a los cambios dispuestos por IMO 2020. Por el contrario, los costos más altos del fueloil con muy bajo contenido de azufre (VLSFO) se han visto agravados por preocupaciones que incluyen un inesperado problema referido a la emisión de carbono negro.

"Las realidades de IMO 2020 han tomado por sorpresa a muchos, y algunos en el mercado pasaron rápidamente de plantearse sobre si un cambio a los depuradores era ventajoso a qué tan pronto podrían hacerlo", dice Olli Somerkallio, líder del proyecto EGCS de Foreship. El fueloil con bajo contenido de azufre está causando que los armadores reconsideren si tomaron la decisión correcta sobre los depuradores, con nuevas consultas sobre la evaluación e instalación de los equipos que llegan casi a diario”.

Las últimas cifras de la consultora CRU indican que 3.756 buques tienen depuradores de gases de escape instalados o ya ordenados. Para fines de 2020, hasta el 15% de la capacidad de carga oceánica empleará estos dispositivos, y ahora se espera que el número aumente al 20% para 2025.

Tras haber formado un equipo experto de 15 ingenieros especializados en consultoría de depuradores durante nueve años y una lista de referencia de 58 buques que abarca seis tipos, Somerkallio aseguró a Foreship que ha contribuido a reducir los tiempos de instalación de los depuradores a un plazo de 12-18 meses. Agrega que, entre el 1 y el 20 de enero, los proveedores de scrubbers trabajaron arduamente para reducir los tiempos de instalación, con una serie de proyectos en buques de carga, buques tanque y buques Ro-Ro que involucraban depuradores instalados como módulos previamente equipados para minimizar el trabajo a bordo. No obstante, los armadores aún necesitan asegurarse de que los sistemas han sido completamente evaluados y optimizados, independientemente de las presiones de tiempo.

"Entendemos que este es un momento difícil para los operadores de buques que han seguido las reglas solo para encontrarse en desventaja competitiva", aseguró Somerkallio. "Si bien los VLSFO pueden estar costando más día a día, el depurador sigue siendo un artículo multimillonario cuya evaluación, selección e instalación puede ser beneficiosa mediante un asesoramiento independiente del proveedor y el astillero".