El Club de Intermediarios de Transporte Internacional (ITIC, sigla en inglés), ha venido recibiendo un número cada vez mayor de denuncias de facturas fraudulentas presentadas a armadores y operadores de buques por servicios de pruebas médicas tras el brote del coronavirus.

Para la industria del transporte marítimo, el impacto del coronavirus sigue siendo en gran medida desconocido, pero varios países, puertos y organizaciones han aplicado medidas preventivas para reducir al mínimo el impacto del brote. Con más de 89.000 personas infectadas en todo el mundo y, lamentablemente, más de 3.000 personas que han perdido la vida a causa del virus, la realización de pruebas médicas a la gente de mar es una medida que está siendo ampliamente adoptada por los armadores y operadores.

El ITIC ha observado que las facturas fraudulentas suelen contener errores que pueden ser fácilmente detectados por los responsables de la liquidación de las cuentas. Por ejemplo, un caso reciente se refería a una factura en la que el buque figuraba con un pabellón incorrecto. Con una simple comprobación con el capitán del buque se confirmó rápidamente que la factura era fraudulenta.

El ITIC instó encarecidamente a los miembros y demás responsables de la liquidación de las cuentas de desembolso -y en particular a los administradores de buques- a que se mantengan vigilantes y comprueben todas las facturas en relación con las pruebas de detección de coronavirus.