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La irrupción del "Ammonfuel" como el búnker del futuro
来源: 编辑:编辑部 发布:2020/08/17 11:55:20
Muchos han sido los combustibles alternativos que han salido a la palestra en la carrera por cumplir con cero emisiones, el más reciente es el amoníaco. Ammonfuel es su nombre de fantasía y actualmente ya cuenta con 120 puertos a nivel mundial equipados con instalaciones para dispensar este combustible del que se producen 180 millones de toneladas anuales. De acuerdo con el reporte “Ammonfuel- an industrial view of ammonia as marine fuel”, publicado en agosto 2020 y desarrollado en conjunto por Alfa Laval, Hafna, Haldor Topsoe, Vestas y Siemens Gamesa, habría suficiente combustible al 2050 para satisfacer el 30% de la demanda mundial de combustible del sector marítimo.
Aumento progresivo
Naturalmente libre de sulfuros, el Ammonfuel puede producirse tanto de manera ‘tradicional’ como también en formato ‘verde’ con energías renovables. Pero, para satisfacer la demanda proyectada antes mencionada, es necesario producir 330 millones de toneladas anuales, lo que presenta un desafío si se considera que el volumen actual tardó 50 años en escalar. En principio, se cree que las 150 millones de toneladas podrían alcanzarse en 30 años, gracias a la remodelación de las plantas existentes y la creación de nuevas instalaciones.
El informe propone que se puede sintetizar un 25% más simplemente remodelando las plantas y aplicando tecnologías de compresión y reactor, con lo que se lograría una producción anual de 275 millones de toneladas. Las nuevas instalaciones cubrirían los 55 millones de toneladas restantes. Sin embargo, aumentar el volumen de generación implica inversiones importantes si se quiere, además, transitar hacia una producción "verde". La pregunta de la industria productiva es ¿qué es más conveniente, modernizar las plantas existentes y hacerlas híbridas o crear plantas nuevas 100% verdes? La respuesta estaría en comenzar por producción híbrida y de a poco ir incorporando electrolizadores, el elemento de la discordia. La oferta de electrolizadores es baja -lo cual es concordante con la demanda actual- pero no hay motivos para pensar que no podría aumentar su producción de manera gradual para su utilización en la generción verde de Ammonfuel, ya que es un elemento clave en la elaboración del combustible a través de energías renovables.
La infraestructura necesaria
A pesar de que ya existe cierta infraestructura para el almacenaje y dispensación de Ammonfuel, habría que pensar en fortalecer las instalaciones actuales y extender la red. En el mundo hay 38 terminales que exportan Ammonfuel, otros 88 que importan y solamente 6 cumplen ambas funciones. En Latinoamérica existen 4 puertos que exportan amoníaco como combustible marino (Puerto José, Venezuela; Point Lisas, Trinidad & Tobago; Aratu, Brasil; Bahía Blanca, Argentina) y otros 3 que importan (Barranquilla, Colombia; Mejillones, Chile; Santos, Brasil), los cuales cuentan con instalaciones especiales que soportan la descarga del combustible desde/hacia tanqueros 71 LPG, en formato líquido a -34ºC o bajo presión y con capacidades de carga desde 2.500 a 40 mil toneladas.
El transporte del amoníaco es seguro y es realizado en cargueros semi o completamente refrigerados. Su principal destino es para uso agrícola (fertilizante) o industrial y los terminales suelen contar con tanques de almacenamiento de hasta 40.000 toneladas. Según destaca el paper, esta característica, junto con la amplia cobertura a nivel mundial de los puertos de expo/impo de amoníaco, proveería una red inicial ideal para introducir el uso de Ammonfuel como combustible marítimo. El procedimiento para dispensar el combustible sería muy similar a lo tradicional, con la única diferencia de peligro: el amoníaco es altamente tóxico versus otros combustibles cuyo peligro radica en lo inflamable.
Regulación e impacto ambiental
El Ammonfuel cuenta con dos características claves a la hora de pensar en impacto ambiental: es naturalmente libre de sulfuros y está compuesto solamente de amoníaco. Las directrices establecidas por la IMO para la reducción de emisiones son estrictas y el amoníaco (NH3) cumple con todas.
Además, el documento incluso sugiere que el uso de amoníaco como búnker podría traer beneficios ambientales, como una producción 100% sustentable, una contribución tangible a la reducción de gases de efecto invernadero y es seguro en comparación con el GNL que puede presentar fugas de metano. Asimismo, a diferencia del metano no necesita depuración y sus emisiones no se acumulan en el ambiente, sino que se degradan de manera natural.