En los últimos años, la demanda de litio a nivel mundial ha experimentado un importante crecimiento, pasando de 204 kilo toneladas de Carbonato de Litio Equivalente (kt. LCE) en 2016, a 323 kt. LCE en 2019, lo que representó un alza del 16%. Esto se explica principalmente por el uso del litio en baterías recargables de ion-litio, especialmente en el segmento de vehículos eléctricos. Se estima que la cifra continuará creciendo a medida que el mundo compromete esfuerzos por encontrar fuentes de transporte menos contaminantes.

Chile es uno de los actores relevantes en la industria productora de litio. Según un reporte elaborado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), se posiciona como el segundo productor de litio a nivel mundial, después de Australia (48%), con un 29% del total de la producción. Le siguen Argentina (9%) y China (9%).

Desde 2016 a 2019, la producción chilena creció en un 30%. No obstante, esa cifra se contrasta con una caída en la participación sobre la oferta agregada, que ha disminuido desde un 37% a un 29% en el mismo período. Adicionalmente, se estima que hacia fines de la década la participación decaerá hasta un 17%, pese a que la producción crecería a más del doble respecto de los niveles actuales. Este decrecimiento en la participación se explica fundamentalmente por la nueva producción de otros países que han entrado en operación.

Aun así, el reporte de Cochilco indica que "Chile continuará siendo un actor relevante en la industria productora de litio. Al mismo tiempo, el hecho de que actualmente sea un productor consolidado y con una extensa historia en la industria le concede la experiencia necesaria para una apropiada planificación de sus expansiones productivas".

Exportaciones

Entre 2015 y 2018 las exportaciones chilenas de sustancias de litio crecieron notalemente, lo que se atribuye a un alza en las cantidades exportadas, una mayor pureza de los productos y a los mayores precios transados a nivel mundial. Aunque, es necesario mencionar que dichos precios presentaron disminuciones progresivas durante 2019.

En cuanto al impacto que ha tenido el litio en el comercio exterior de Chile, comparado con otros productos exportables del país entre 2010 y 2019 -como vinos, salmones, carnes, despojos, plata, oro, hierro y molibdeno-, se constató que los envíos al exterior se multiplicaron por casi cuatro veces su valor.

En relación con los principales países de destino de las exportaciones chilenas de carbonato e hidróxido de litio durante 2019, se dio cuenta de que Corea del Sur, Japón y China son los principales importadores, y que en conjunto representaron cerca de tres cuartas partes del total. Esto se explica porque los fabricantes de baterías de ion-litio se encuentran principalmente en el noreste de Asia.

Ventajas y desventajas

Considerando lo anterior, Cochilco dio a conocer una serie de ventajas y desventajas de una potencial expansión de la industria chilena del litio.

Respecto de las ventajas, Chile cuenta con alrededor de 60 salares en el norte del país, varios de ellos con un potencial alto para la producción de litio. De acuerdo con un estudio de Sernageomin (2013), existen al menos siete salares con un potencial alto y cuatro con potencial medio.

De estos, el salar de Atacama -el único explotado en la actualidad- cuenta con amplias ventajas comparativas en relación con otros dentro y fuera de Chile. Con una superficie de unos 1.400 km2, es uno de los reservorios minerales de mayor tamaño a nivel mundial y además, cuenta con una concentración relativamente alta de litio y niveles moderados de magnesio, lo que facilita su procesamiento.

Sumado a lo anterior, el salar de Atacama cuenta con altas tasas de evaporación. Dado que la extracción de litio a partir de salmueras es un proceso dependiente de la evaporación, una mayor tasa ayuda a un procesamiento más rápido y eficiente.

En ese sentido, Chile está apuntando a desarrollar una cadena de valor, buscando atraer a productores de cátodos y otros componentes de baterías al país. Por esta razón, la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) realizó una convocatoria para la búsqueda de productores que comprarían su producción a Albemarle, tras un acuerdo al que esta última compañía llegó con Corfo. No obstante, los tres consorcios que mostraron interés (Posco-Samsung, Sichuan Fulin Transportation Group y Molymet) retiraron sus postulaciones. A raíz de esto, Cochilco manifestó que es evidente que el desarrollo de una cadena de valor local ha presentado inconvenientes, distinguiendo algunas desventajas.

Entre ellas, resalta la ubicación de los productores de baterías, puesto que ya existe una cadena de producción establecida en el noreste de Asia. En consecuencia, la posibilidad de que un fabricante asiático busque establecerse en Chile le supondría una disrupción geográfica en su cadena productiva, lo que incrementaría sus costos y tiempos. Asimismo, la mayoría de los consumidores constituyen principalmente las mayores economías del hemisferio norte, incluyendo a China.

También se presenta como una desventaja el tipo de litio que los productores prefieren, que es el hidróxido de litio por sobre el carbonato. Sin embargo, la fabricación chilena consiste principalmente en el segundo tipo.

Proyectos y desafíos

Actualmente, Chile cuenta con una serie de proyectos de distintos operadores y ubicaciones, con diferente capacidad, etapas de avance y estados de permisos.

SQM está desarrollando la Ampliación en el Salar del Carmen y la Ampliación de su Planta de Carbonato a 180.000 toneladas por año. Albemarle, por su parte, está ejecutando la fase 3 de la ampliación de su planta de carbonato, con la cual espera incrementar su capacidad anual en 88 mil toneladas por año.

Además, existen dos proyectos en el Salar de Maricunga ubicado en la región de Atacama: el Proyecto Blanco desarrollado por Minera Salar Blanco y Producción de Sales Maricunga de Simco SpA. Adicionalmente, en agosto de 2019, Codelco a través de su filial Salar de Maricunga SpA y Minera Salar Blanco -las dos empresas con mayor cantidad de pertenencias en el salar-, firmaron un acuerdo de entendimiento para explotar el reservorio.

Por último, Cochilco advirtió sobre los desafíos que la industria del mineral debe tener presente ante una potencial expansión, los cuales consideran el impacto sobre el ecosistema natural y el impacto sobre las comunidades locales.