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Puerto de Paranaguá de Brasil recicló más de 4 millones de litros de lubricante usado por buques en 2020
来源:MundoMarítimo 编辑:编辑部 发布:2021/05/10 13:51:40
Todo el lubricante usado de los buques recogido en el puerto de Paranaguá se destina al reciclaje. La recogida de residuos oleosos de los buques es uno de los servicios de apoyo esenciales para las actividades portuarias. A lo largo del año 2020 se recuperaron 4.061.302 litros por parte de las cinco empresas actualmente registradas.
La retirada sigue un estricto protocolo de seguridad y cuidado del medio ambiente, supervisado por la Dirección de Medio Ambiente (Diramb) de la empresa pública Portos do Paraná.
"La actividad es extremadamente importante y contribuye directamente a la sostenibilidad y al medio ambiente. Además de tener el destino correcto, evitando la contaminación del mar, reciclado, el lubricante gana nueva vida en la industria del Estado", dice Rafael Salles Cabreira, coordinador de Inspección y Control de Emergencias Ambientales de la empresa pública.
Para operar en el servicio, todas las empresas están autorizadas por la agencia estatal de medio ambiente, el Instituto Água e Terra (IAT). Además, como explica Cabreira, deben seguir los procedimientos establecidos en el Reglamento del Sistema Integrado de Gestión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad de los Puertos de Paraná (OS 173-2020).
Sobre la supervisión del servicio, el representante de la Dirección de Medio Ambiente cuenta que se inicia en el acto de aprobación de un Plan de Trabajo, se envía por correo electrónico para liberar la actividad. "Luego se realiza la inspección in situ, en el acto de la operación, para ver si se están cumpliendo los requisitos mínimos para la realización de las actividades", dice.
Si se detecta alguna irregularidad durante la retirada, las sanciones y penas pueden variar desde una advertencia por escrito, la suspensión del registro durante 15 días o incluso la suspensión de la autorización y el registro, con una pena de seis meses a un año. En estos casos, se notifica a organismos como la Agencia Nacional de Transporte Acuático (Antaq), la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y el IAT.
Buques
Según el presidente del Sindicato de Agencias Marítimas de Paraná (Sindapar), Argyris Ikonomou, todos los servicios que necesitan los buques durante su estancia en el puerto son contratados por los propietarios directamente o a través de agentes marítimos. En representación del responsable de la nave, el agente es quien contrata los servicios, incluida la retirada de residuos.
"Siempre corresponde al agente marítimo, que conoce la normativa y los procedimientos locales, la coordinación y toda la facilitación necesaria para que los servicios contratados se produzcan de la mejor manera posible y durante la estancia del buque en el puerto, sin retrasos", afirma.
Según el agente, los buques tienen una capacidad de almacenamiento limitada tanto para el lubricante usado como para el sucio que no puede reutilizarse, procedente del motor principal y otros equipos (denominado "aceite de lodos") y el lubricante mezclado con agua procedente de diversas fugas (denominado "agua de aceite de sentina").
"Antes de que se alcance la capacidad máxima de los tanques de almacenamiento, la retirada se hace necesaria y obligatoria. La retirada de estos residuos líquidos impulsa la economía del puerto/ciudad, ya que es necesario contratar empresas especializadas y debidamente autorizadas para realizar la retirada, el transporte y la eliminación final de este tipo de residuos", añade el presidente de Sindapar.
Protocolo de seguridad
Una de las empresas que operan en el Puerto de Paranaguá con la retirada de lubricante usado de las naves es Resolve Soluções Marítimas e Ambientais LTDA. Para el director de la empresa, Werner Blank, se trata de un servicio de limpieza, sumamente esencial no sólo para la actividad portuaria sino también para el medio ambiente.
Según él, se necesitan tres personas para eliminar los residuos oleosos de un buque. Un profesional se encarga de la preparación ambiental, el mantenimiento de un kit de mitigación y la instalación de barreras alrededor de la nave para minimizar cualquier derrame que pueda producirse.
Otro profesional debe situarse sobre el depósito para comprobar que la manguera de vaciado está correctamente colocada y que no hay riesgo de que los residuos superen el límite de capacidad del depósito utilizado. Y, por último, una tercera persona que debe permanecer a bordo para seguir todo el flujo del proceso desde el principio hasta el final de la operación.
"Dependiendo de la cantidad de residuos almacenados en el depósito del buque y de la capacidad de la bomba, la operación dura entre tres y ocho horas de media", afirma. Según él, el 100% de los residuos se destina a refinador, tecnología utilizada para el reciclaje total de estos residuos.