La eliminación de las Gobernaciones Provinciales de la institucionalidad en Chile ha tenido un inesperado impacto en el desarrollo normal del transporte marítimo, puesto que, en dicha repartición, a través de su oficina de extranjería se regularizaban la situación migratoria de los tripulantes que ingresan al país a bordo de las naves a cargo de llevar a cabo el comercio exterior. Esta tramitación actualmente debería llevarse a cabo de forma online en la web de Extranjería del Ministerio del Interior, sin embargo, hasta el día de hoy esa posibilidad no ha sido habilitada, generando una serie de inconvenientes a la labor de los tripulantes y buques que arriban al país.

Según detalló Óscar Gálvez, vicepresidente de la Asociación de Agentes de Naves de Chile (Asonave) en conversación con MundoMarítimo, a los tripulantes que arribaban a Chile en sus naves se le hacía entrega de una tarjeta que tenía un doble propósito: demostrar la calidad migratoria y permitir su circulación en tierra firme, ya que funcionaba como un documento de identidad.

Existen dos tipos de tarjeta: la tarjeta de tripulante (shore pass), destinada a todos los tripulantes extranjeros que llegan a Chile en servicios de tráfico internacional; y la tarjeta especial de tripulantes destinada a aquellos marinos de naves extranjeras reputadas para cumplir servicios de cabotaje. La primera es gratis, mientras que la segunda tiene un costo de US$600.

Si la nave arribada cumplía el límite de 30 días en algún puerto, lo que ocurre frecuentemente en los servicios "tramp" (no así en los de línea), la agencia de la nave, con antelación a ese plazo, gestionaba la extensión de los shore pass de forma presencial en el departamento de Extranjería de la Gobernación Provincial.

Gálvez, detalla que las validaciones presenciales de las tarjetas se dejaron de hacer desde el 1 de junio, fecha en que debía comenzar la tramitación online. Sin embargo, al día 2 de junio ocurrió el primer problema, cuando se constató que en la web no existía la posibilidad de realizarlas.

"Entonces ocurrió que nos quedamos sin hacer los tramites presenciales y tampoco podíamos hacerlo en la web porque no estábamos considerados en la plataforma", explica Gálvez, quien señala además que hoy, una vez que los buques cumplen 30 días en Chile, sus tripulantes pasan a estar en una condición irregular.

Para que las operaciones de los barcos y de sus tripulantes puedan continuar sus labores, se ha recurrido a un resquicio legal que consiste en que la autoridad de Interpuerto hace llegar al tripulante una amonestación escrita el día del zarpe del barco (del día 30 en adelante) en la que indica que se han excedido los días de permanencia en el país y en la que se lo insta a solucionar su problema en 15 días, de lo contrario sería expulsado del país. Esto permite al tripulante ampliar su permiso por dicha cantidad de días.

Asonave junto con la Cámara Marítima Portuaria (Camport), llevaron a cabo una reunión con Extranjería para resolver la situación, en donde ofrecieron tres posibles soluciones: 1) disponer de una línea y mail directo para explicar la situación de las tripulaciones; 2) que se emitan los pases por 60 días y no por treinta como se emiten actualmente, o bien, 3) que sigan emitiendo los shore pass por 30 días y que una vez vencidos se extiendan automáticamente por el mismo plazo.

Sin embargo, según Gálvez, la repartición no aceptó la ayuda "privada", señalándoles de que estaban capacitados para resolver el problema solos, que estaban actuando conforme a la ley y que, además, no contaban con el personal suficiente para darle la urgencia requerida.

Ante esto ambos gremios hicieron llegar una carta explicándole el problema a la ministra de Transportes, Gloria Hutt, y, según indicó Gálvez, este 22 de julio, dicho Ministerio llevará a cabo una reunión con Extranjería, respecto al problema, en la que espera se pueda implementar alguna solución, ya que este problema afecta el prestigio del Estado de Chile y contrarresta los esfuerzos desplegados para la facilitación del comercio exterior.

Según señala, la situación implica un aumento de costos. De hecho, el viernes 16 de julio, por ser feriado en Chile, una nave atracada en Antofagasta no obtuvo la autorización de zarpe hasta el lunes 19 de julio. "En solo una nave sobrepasamos los US$100.000 en costos y eso el armador se lo tendrá que cobrar a alguien".