Durante un acto de la UNCTAD celebrado a comienzos de mes para avanzar en los debates previos a la conferencia cuatrienal de la UNCTAD15, prevista para octubre, que se celebrará en Barbados, subrayaron la importancia de una economía oceánica sostenible para las perspectivas generales de desarrollo de los países costeros en desarrollo y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) y otras naciones insulares vulnerables.

Un llamamiento a un mayor apoyo

Los ponentes del acto pidieron a la UNCTAD que intensifique su apoyo a estos países para promover una economía oceánica sostenible.

El Ministro de Asuntos Marítimos y Economía Azul de Barbados, Kirk Humphrey, dijo que los PEID no son responsables del cambio climático y, sin embargo, están soportando la peor parte de sus crecientes impactos. "Somos ciertos receptores del descontento del océano, aunque seamos inocentes en su ofensa", dijo.

La secretaria general en funciones de la UNCTAD, Isabelle Durant, reconoció la necesidad de un "estatus específico para los PEID" dentro del sistema comercial multilateral y dijo que la UNCTAD15 ofrecerá la oportunidad de debatir sobre ello. 

El embajador irlandés, Michael Gaffey, destacó la necesidad de abordar los apremiantes retos medioambientales del transporte marítimo mundial, como la contaminación, las emisiones de gases de efecto invernadero y las repercusiones del cambio climático en los puertos.

Principales mensajes

Los principales mensajes que surgieron de los debates fueron los siguientes:

El océano tiene un valor incalculable, su salud y el uso sostenible de sus recursos son fundamentales para la vida y los medios de subsistencia; la economía azul es muy prometedora y su desarrollo sostenible beneficiará a las personas y las sociedades.

La coherencia y la sinergia de las políticas son necesarias para que los acuerdos internacionales sobre desarrollo sostenible, cambio climático, biodiversidad y reducción del riesgo de catástrofes funcionen de forma conjunta y se reconstruyan mejor como parte de la recuperación posterior a la Conferencia de las Partes.

Hay una necesidad urgente de mecanismos de financiación innovadores para las tecnologías sostenibles, un mejor acceso a la financiación de infraestructuras verdes y azules, así como un mayor desarrollo de capacidades.

Los ponentes pidieron a la UNCTAD que desempeñe un papel de liderazgo en el apoyo a una economía oceánica sostenible, centrándose en estas prioridades clave

1. Facilitar el comercio y la transferencia de tecnología para los bienes y servicios sostenibles basados en los océanos. La UNCTAD estima que el valor de los bienes y servicios basados en los océanos exportados es de al menos US$2,5 billones anuales. Para la transición a una economía oceánica sostenible, los participantes destacaron la importancia de la transferencia de tecnología no sólo verde, sino también azul, de los países desarrollados a los países en desarrollo.
2. Proporcionar apoyo técnico para la gestión sostenible de la pesca y los recursos pesqueros. Una de cada tres poblaciones de peces está sobreexplotada. Para muchos PEID, el sector pesquero es de suma importancia para los ingresos, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia. Varios ponentes subrayaron la necesidad de un acuerdo global en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para eliminar las subvenciones a la pesca ilegal, no declarada y no regulada, así como ciertas formas de subvenciones que contribuyen al exceso de capacidad y a la sobrepesca.
3. Apoyar un transporte marítimo asequible y accesible, la financiación de infraestructuras, la adaptación al cambio climático y la asistencia técnica y el desarrollo de capacidades relacionados. Más del 80% del volumen del comercio mundial de mercancías se realiza por transporte marítimo, de puerto a puerto, y los PEID dependen especialmente de sus puertos para el comercio y el turismo, la seguridad alimentaria y energética, así como la reducción del riesgo de desastres.
4. Apoyar la transición hacia las emisiones cero reforzando las energías renovables. Los ponentes afirmaron que la transición a las fuentes de energía renovables es una importante oportunidad para que los PEID y los países costeros en desarrollo se beneficien de los recursos naturales del océano al tiempo que preservan el medio ambiente.
5. Proponer un marco de turismo sostenible. El turismo es uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid-19, con una reducción de más del 70% de las llegadas de turistas internacionales en 2020. Los participantes subrayaron la necesidad de sustituir las prácticas habituales por el turismo sostenible, que conlleva la triple promesa de un mayor valor económico, una mejor transmisión de los ingresos a las comunidades locales y la preservación del medio ambiente.
6. Crear y profundizar en las asociaciones con países y regiones. Varios participantes instaron a la UNCTAD a asociarse con organizaciones y países como Barbados, Mauricio, la PIFS, la OECS, Partnerships in Environmental Management of the Seas of East Asia, la Indian Oceans Commission y el International Oceans Institute. Además, Animaron a la UNCTAD a colaborar en la aceleración de la investigación científica y la transferencia de tecnología con organismos de la ONU como la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.

Cabe destacar que la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos se celebrará en Lisboa, coorganizada por Portugal y Kenia, en junio de 2022.