El Convenio sobre el Trabajo Marítimo (MLC, por sus siglas en inglés) exige que se garanticen los salarios, la atención y la repatriación de los marinos abandonados por sus empleadores. El caso del "Eide Trader" revela la dificultad práctica de llevar a casa a los marinos abandonados, sostiene Gard en un artículo,

De acuerdo con la firma, el MLC, 2006 establece las normas mínimas de trabajo y de vida para toda la gente de mar que trabaja en buques que enarbolan el pabellón de los países que lo ratifican. El Convenio también proporciona protección a los marinos en caso de que sean abandonados por un armador.

Según el MLC, se considera que un marino ha sido abandonado cuando el empleador no cubre el costo de su repatriación; o ha dejado al marino sin la manutención y el apoyo necesarios; o ha cortado unilateralmente sus vínculos con él, incluyendo la falta de pago de los salarios contractuales durante un período de al menos dos meses.  En la mayoría de los casos, el abandono se produce cuando el armador se vuelve insolvente y deja de pagar los salarios y, en casos extremos, puede "abandonar" por completo el buque y su responsabilidad sobre los que están a bordo.

Gard, señala que, si el armador de un buque abandona a su tripulación en uno de sus buques asegurados, "tenemos una responsabilidad financiera directa para intervenir. En estos casos, Gard asistirá proactivamente a los marinos, asegurando que tengan las provisiones necesarias a bordo, que sean repatriados y que se paguen hasta cuatro meses de salarios no pagados. En algunos casos, Gard ha tomado el control de la situación y en otros hemos trabajado con los armadores de los buques para asegurarnos de que asumen la responsabilidad de su tripulación".

Según la firma, el número de casos de buques y tripulaciones abandonados va en aumento, y en algunos casos la tripulación puede permanecer en los buques durante meses o incluso años sin ningún apoyo. En el caso del "Eide Trader", la tripulación original de 14 personas fue abandonada durante 2020 por su empleador en el puerto de Sharjah, EAU. En octubre de 2020 Gard pudo repatriar a nueve de ellos, pero el capitán del puerto no permitió que el buque quedara sin tripulación, por lo que los últimos cinco, incluido el capitán, se vieron obligados a permanecer a bordo.

"Casos como éste son estresantes e inhumanos", por lo que Gard asegura que establece una estrecha relación de trabajo con la tripulación, no sólo asegurando que se cubran las necesidades prácticas, como el abastecimiento de combustible y los suministros, sino también ayudándoles a gestionar sus necesidades personales y de salud. Ya sea proporcionando dinero de bolsillo para lo esencial, chocolate en Navidad o llamadas regulares con el capitán para mantenerse en contacto, la clave es la atención y el contacto, a menudo fuera de las horas normales de trabajo.

Gard también señala que ha debido desempeñar su papel a la hora de ejercer y mantener la presión sobre las autoridades para que dejen marchar a los últimos miembros de la tripulación, trabajando estrechamente con los sindicatos, consultores, agentes y otras partes interesadas para coordinar las actividades. El 11 de febrero de 2021, el capitán y los últimos miembros de la tripulación del" Eider Trader" pudieron volver a casa.

Las disposiciones de abandono del MLC se introdujeron para evitar que los marinos quedaran varados en el puerto durante largos períodos. Lamentablemente, esto no siempre ocurre en la práctica, como lo ejemplifica el caso del "Eide Trader". Gard cree que el problema debería solucionarse en su origen, en lugar de limitarse a tratar las consecuencias, por lo que está abordando la cuestión con el International Group of P&I Club.