La cifra de 71 buques anclados en alta mar a la espera de un sitio de atraque en los puertos de Los Ángeles y Long Beach (LA-LB) se contabilizaron el 23 de septiembre, por debajo del récord de 73 del domingo 20 de septiembre, aseguró el capitán J. Kipling Louttit, director ejecutivo de Marine Exchange of Southern California, organización sin ánimo de lucro que trabaja en colaboración con la Guardia Costera para proporcionar datos sobre el comercio marítimo, informó The New York Times.

Además de los buques anclados, 29 estaban a la deriva hasta 20 millas mar adentro, lo que significa que estaban tan lejos de la costa que sus anclas no podían alcanzar el fondo del océano. Esta cifra es inferior al récord de 37 registrado el lunes 21 de septeimbre, según el capitán Louttit, lo que no significa que el arribo de naves haya disminuido.

"Estamos en nuestro undécimo mes de gestión de este tráfico récord", señaló el capitán, quien admitió que "nunca habíamos tenido un problema como éste".

El retraso en el atraque en los puertos de los portacontenedores se produce en un momento en que la relajación de las restricciones por la pandemia y el aumento del gasto de los consumidores han disparado la demanda. Como resultado, los fabricantes están luchando por mantener el ritmo, mientras la escasez de algunos productos, como los semiconductores, ha provocado la ralentización de la producción. El problema se ha visto agravado por el aumento de la variante Delta del coronavirus, que está provocando escasez de mano de obra al obligar a trabajadores a cumplir periodos de cuarentena.