Más de 65 buques están actualmente esperando para descargar en la costa de California, cuatro más que la semana pasada. Sumado a ello, el tiempo medio de espera en el puerto de Los Ángeles es de unos nueve días. Esto supone dos días y medio más que hace un mes. Como resultado, el atasco está contribuyendo a la escasez de productos reportó RFD TV.

Al respecto, el secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, dice que, independientemente de la causa, las interrupciones en los puertos provocan una menor oferta y precios más altos y admite que la administración está tomando medidas. "Con un enviado especial que el presidente Biden ha establecido para examinar la circunstancia y la situación en los puertos... Queremos asegurarnos de que estamos haciendo todo lo posible para que esos puertos muevan el producto tan rápido como podamos", afirma Vilsack.

A escala mundial, los precios de los fletes subieron por segunda semana consecutiva, los cuales están relacionados con el aumento del coste del combustible y la congestión portuaria en China. Algunos operadores achacan la congestión a los brotes de Covid en los puertos de Chinas y al tifón que azotó la costa del país asiático la semana pasada. 

La Asociación Americana de la Soja afirma que los precios de los fertilizantes tienden a subir cuando suben los precios de las materias primas, pero en este momento, ese no es el único factor. "En este sentido, estamos viendo que el precio se ha duplicado con respecto a hace un año, y además hay otros problemas: los costos de transporte son más altos, el huracán Ida ha cerrado algunos puertos para traerlo, así como algunas plantas de fertilizantes", según Scott Gerlt. Por ejemplo, la planta de glifosato de Bayer en Luisiana sigue cerrada, casi un mes después de Ida. 

Por otro lado, un agricultor dice que las cosas ya estaban mal antes del huracán, y que los precios actuales del nitrógeno le hacen replantearse algunas de sus hectáreas de maíz y cultivar soja en su lugar.

Otros informan del racionamiento por parte de los fabricantes de productos químicos. El USDA estima que los gastos de producción de este año serán un 7% más altos que los del año pasado y aún más altos en 2022, con importantes aumentos previstos para los fertilizantes, los piensos y el combustible.