"La actual crisis de los microchips amenaza la propia existencia de la industria logística que moviliza los automóviles nuevos. Los inventarios son casi nulos, los volúmenes han caído drásticamente, las fábricas están cerrando sin previo aviso, los flujos desequilibrados están destruyendo la eficiencia y, por tanto, la rentabilidad. El resultado son patios vacíos, talleres vacíos, car carriers, trenes y buques ociosos e infrautilizados", declaró Wolfgang Göbel, presidente de la asociación europea de proveedores de logística de vehículos terminados (ECG), reportó Transport Intelligence (TI).

Dado que casi todos los fabricantes de vehículos tienen sus calendarios de producción destrozados por su incapacidad para abastecerse de semiconductores en volúmenes suficientes, los proveedores de servicios logísticos que apoyan la producción se han visto afectados. Mientras que las principales empresas de logística por contrato que prestan servicios de entrada a las plantas de ensamblaje y a los principales proveedores de componentes suelen tener negocios en otros sectores a los que pueden desplazar recursos, como el e-commerce que está en auge, los proveedores de logística de vehículos terminados suelen depender de sus grandes clientes.

Como resultado, están sufriendo. Parece que los problemas a los que se enfrentan los proveedores de logística de vehículos terminados no sólo corresponden a la falta de volumen, sino también la imprevisibilidad. Wolfgang Gobel, comenta al respecto: "el sector de la logística de vehículos acabados experimenta enormes variaciones en los volúmenes con muy poca antelación, lo que hace casi imposible la planificación de la capacidad. Los problemas no están tanto en las cadenas logísticas, sino sobre todo en los plazos de producción y también un poco en el clásico efecto látigo". Lo que no dice es que muchos en este sector son propietarios de considerables activos fijos que son caros de mantener si se infrautilizan.

Esta crisis tiene implicaciones a largo plazo. Una de ellas será la escasez de capacidad si, como es probable, los fabricantes de vehículos se ven obligados a aumentar la producción para poder cubrir la demanda insatisfecha. La otra es un cambio estructural; la cadena de suministro del automóvil está en proceso de transformación, algo que afectará a los proveedores de logística de vehículos terminados casi tanto como a los que sirven a los proveedores de componentes y a las plantas de montaje. Si los proveedores de logística se debilitan financieramente, el sector tendrá dificultades para responder a ese cambio.