El Gobierno de Colombia esta alistando un decreto para quitar el impuesto a los bienes y servicios ingresados al país desde el exterior, un tributo más conocido como el arancel a las importaciones. La medida pretende amortiguar el golpe económico que el actual valor de las importaciones puede propinarles a los consumidores del país, debido al schock causado por la crisis portuaria y logística internacional. Según explicó el Ministerio de Comercio, la exención cobijará a 166 productos, de manera que 3.822 subpartidas arancelarias quedarán libres del gravamen, reportó El Colombiano.

Cabe mencionar que de acuerdo con la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), el valor del flete marítimo está por el orden de los US$22.000, cuando el año pasado rondaba lo US$2.500. Es decir, se estaría hablando de un aumento del 780% que termina por impactar el precio final de cara al comprador colombiano.

Además, el desplazamiento de los buques mercantes a las zonas portuarias está tardando uno 75 días, mientras que en época de normalidad tomaba 25, lo que está afectando el abastecimiento de bienes para el comercio e insumos para la industria. En este contexto, el Comité de Asuntos Aduaneros y Arancelarios (conocido como Triple A) recomendó adoptar la exención arancelaria ya mencionada.

Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), envió una carta dirigida a María Ximena Lombana, ministra de Comercio, y a José Manuel Restrepo, ministro de Hacienda, para que la suspensión total en el pago del arancel se extienda a todas las materias primas por un año completo. Adicionalmente, conminó a los dos funcionarios a rebajar este gravamen hasta el 5% para todos los productos totalmente terminados por el mismo término de 12 meses.

El líder gremial argumentó que la ruptura mundial en las cadenas de valor está ocasionando un incremento de precios "insostenible" y se apoyó en las métricas compartidas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para remarcar el impacto para el costo de vida de los colombianos.

En línea con su petición, enfatizó en que ya hay antecedentes sobre medidas como esta: "En épocas pasadas, para afrontar situaciones similares, se expidieron decretos con rebajas generalizadas de impuestos de importación en los Planes para el Impulso a la Producción y el Empleo, más conocidos cómo PIPE-1 y PIPE-2, los cuales tuvieron indiscutible éxito". Cabal complementó su misiva exponiendo que los comerciantes afiliados han advertido sobre los cuellos de botella en el tráfico portuario que, tal como lo señaló, se traducen en "presiones inflacionarias indeseables".

Asimismo, pidió que la reducción arancelaria se concentre especialmente en los productos enviados desde China y otros países asiáticos con los que Colombia no tiene tratados de libre comercio.