当前位置:新闻动态

    La no adhesión a la descarbonización puede generar una crisis de financiamiento en el sector naviero

    来源:MundoMarítimo    编辑:编辑部    发布:2022/01/31 08:55:43

    El sector es responsable de casi el 80% de todo el transporte de bienes. El transporte marítimo sigue siendo, con diferencia, la forma de transporte de estos productos más eficiente desde el punto de vista energético, ya que produce entre 20 y 25 gramos de CO2 por tonelada-kilómetro, frente a los 600 gramos de la aviación y los 50 a 150 gramos del transporte por carretera, señala un reporte de Maersk Mc-Kinney Moller Center, publicado por McKinsey.  

    Si se midiese las emisiones de CO2 "del pozo a la estela" -es decir, las emisiones procedentes de la extracción de crudo, el refinado en fueloil y el consumo en el buque-, el sector representa alrededor del 3% del total de las emisiones mundiales.

    Tres segmentos -granelero, tanquero y portacontenedor- son responsables de alrededor del 65% de las emisiones de CO2 del sector del transporte marítimo. Aunque estas tres categorías representan alrededor del 90% de los volúmenes de transporte marítimo y son las que más contribuyen en términos de volúmenes absolutos de emisiones, se debe señalar que estos grandes buques tienden a ser más eficientes energéticamente y menos intensivos en carbono que los buques más pequeños. Aun así, estos segmentos siguen siendo un objetivo fundamental a la hora de planificar las vías de descarbonización.

    De acuerdo con el documento, se han hecho avances en el transporte marítimo y se han desplegado los primeros buques que operan con combustibles de carbono cero. La tecnología y las prácticas operativas han permitido mejorar la eficiencia energética.

    Después de décadas de crecimiento del comercio internacional, la crisis financiera mundial de 2008 provocó una reducción del crecimiento del comercio, lo que se tradujo en una reducción temporal de las emisiones de carbono durante aproximadamente un año. Después de la recesión, la industria logró un importante crecimiento comercial y mantener las emisiones al mínimo a través de una variedad de medios.

    Por ejemplo, la navegación a baja velocidad (slow steaming) – práctica para reducir deliberadamente la velocidad para disminuir el consumo de combustible- ayudó a reducir la intensidad de las emisiones por tonelada/milla en un 13% entre 2008 y 2012 y hasta el punto de que el sector casi consiguió desvincular el crecimiento empresarial y las emisiones para la década entre 2010 y 2020.

    Obstáculos de la descarbonización

    Según el análisis, aunque se han hecho progresos en la última década, el camino actual puede conducir a más, y no a menos, emisiones de CO2 en 2050. Proyectando hacia adelante el panorama político actual, las probables tasas de mejora de la eficiencia de los buques y la disminución de los costos de las tecnologías de combustibles alternativos en los últimos años, se puede esperar que las emisiones de CO2 de la industria aumenten de forma constante en torno al 18% hasta 2050, lo que supone una desaceleración significativa respecto a los últimos años, pero aún está muy lejos del carbono cero.

     

    Es probable que las perturbaciones esporádicas del comercio internacional, como la recesión financiera mundial de 2008 y la pandemia de COVID-19, sean temporales y que los flujos comerciales globales sigan creciendo de aquí a 2050. Además, es posible que haya expedidores más conscientes con el medio ambiente que aspiren a descarbonizarse y que cambien su modo de entrega preferido al transporte marítimo en lugar del aéreo.

    El crecimiento continuado del comercio hará que los volúmenes de transporte marítimo -especialmente el contenerizado- tienda a aumentar un 1,3% anual, y las emisiones crecerán más significativamente en las regiones comerciales más dinámicas del Lejano Oriente.

    El costo de no hacer nada

    El documento concluye que la descarbonización se ha convertido en una cuestión cada vez más apremiante para muchas otras industrias que están en su propio camino hacia la neutralidad del carbono.

    Dependiendo del éxito que tengan otros sectores de la economía a la hora de reducir su impacto medioambiental, el transporte marítimo podría representar entre el 5% y el 8% de las emisiones mundiales de CO2 en 2050, frente al 3% de 2019.

    Además de ser lo más irresponsable desde el punto de vista medioambiental, no actuar con decisión para avanzar hacia una senda más sostenible puede hacer que las compañías navieras vean cómo se agota su financiamiento a medida que los inversores   y los bancos destinen su capital a sectores con una menor huella de carbono.

    A medida que los clientes de todo el mundo se vuelven más sensibles al impacto medioambiental de sus patrones de consumo, pueden exigir a sus gobiernos que legislen para aprobar requisitos de sostenibilidad más estrictos. Mientras tanto, en el sector privado ha habido una tendencia creciente entre los inversores a plantear exigencias relacionadas con la sostenibilidad a las empresas en las que invierten. Las navieras que no reduzcan proactivamente sus emisiones pueden salir perdiendo. La percepción pública del sector en su conjunto también puede disminuir.

    Es probable que el cambio climático desenfrenado provoque fenómenos meteorológicos extremos, incluidas condiciones severas en el mar que podrían provocar más víctimas en los buques.

    El aumento del nivel del mar también pone en peligro la infraestructura de los puertos y las terminales. Los operadores pueden verse obligados a gastar más para adaptarse si no se limita el aumento de las temperaturas globales a menos de dos grados centígrados, lo que, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, ayudará a evitar los peores efectos del cambio climático.

    Por lo tanto, se necesita un camino diferente para que la industria prospere hasta bien entrado el siglo XXI y permita la conectividad global que ha sido el sello distintivo del crecimiento de la economía mundial durante más de un siglo.