El gobierno de México está preparando una ruta más sólida para lograr el desarrollo del cabotaje, a través de una nueva Ley de fomento que sería presentada al Congreso en noviembre. La iniciativa de la Ley para el Desarrollo de la Marina Mercante y la Industria Naval, fue anunciada por la capitana Ana Laura López, coordinadora de Puertos y Marina Mercante de Semar, ante diputados de la Comisión de Marina, y la calificó como un hecho clave para detonar el transporte marítimo de corta distancia, informó Info-Transportes.

La autoridad portuaria argumentó que las oportunidades para el cabotaje son amplias y el crecimiento podría ser exponencial. Desde esa perspectiva, consideró que la iniciativa está proponiendo diversos esquemas para reducir costos y hacer más competitivos a los puertos de México.

Al mismo tiempo adelantó que el proyecto de Ley, aún en desarrollo, será presentado en noviembre e incluye el incremento de la flota con bandera mexicana, el fomento de la eficiencia de las operaciones de cabotaje y el transporte marítimo de corta distancia (TMCD), además del fortalecimiento de la educación náutica y portuaria con la adquisición de un buque escuela, y un plan para la modernización portuaria.

Con ello, según planteó, el sistema portuario fortalecería cada eslabón de la cadena logística, de ambos transportes como eje complementario al transporte terrestre. "Por ello es trascendental el entendimiento y colaboración del poder legislativo para que los puertos y la marina mercante sigan siendo de importancia estratégica para el desarrollo de México", acotó.

El total de la carga movilizada por cabotaje en 2020, ascendió a 900 millones de toneladas, de las cuales el transporte marítimo tuvo una participación de 29,6% con 266 millones, mientras que el transporte de rodados con el 57% se ubicó en los 512 millones.

Ana Laura López cree que se está desaprovechando el cabotaje y el TMCD por parte de los agricultores, mientras que los dueños de las cargas deben de aprovechar la infraestructura portuaria.

En 2020, la participación del transporte marítimo de altura (o larga distancia) fue de 72% y de 28% para cabotaje, mientras que, en 2019, los porcentajes fueron de 83% y 17%, respectivamente. Para el 2021 se reportó 83% para el primero y 18% para el segundo.