Desde 2014, Gordon Wilmsmeier, director del Centro Hapag Lloyd de Shipping y Logística Global, Kühne Logistics University, Hamburgo, ha estudiado el cambio energético en el sector portuario. MundoMartímo, en el marco de Enloce 2022, conversó con el académico acerca de cómo ha evolucionado esta materia en la región, a varios años ya de iniciadas sus investigaciones en la materia. 

Al respecto, Wilmsmeier -también profesor de Logística en la Universidad de los Andes, Colombia- manifestó que “hay varios puntos de cambio. Claramente hay avances en la medición, en la metodología, en cómo hacerlo. Otro punto importante, creo, es el aumento del interés del sector en analizar esos datos y conversar sobre las implicaciones que tienen esos resultados”.

Según Wilmsmeier, actualmente “hay más conciencia” en temas de sostenibilidad, lo que nace derivado del Cambio Climático. “Ahí uno busca cómo contribuir a la mejora de su propia organización: los puertos, en este caso.  Un tema interesante es cómo ayudar las metas que tiene mi país y se comienza señalando que las emisiones son el síntoma del consumo energético y de las fuentes utilizadas”. 

Esa conciencia, añade, “implica preguntarse ¿qué estoy haciendo? ¿qué está pasando dentro de mi terminal?”. Es interesante entonces, sostiene, analizar cuánto cuesta y cuantas emisiones genera la fuente energética utilizada. También surge la pregunta respecto a si se cambian esas fuentes, qué impacto tendrá en la reducción de las emisiones de las operaciones.

Conversaciones sobre cómo llevar al puerto a la electrificación o cómo hacer pilotos de equipos de hidrógeno dentro de una terminal o estimar cuál es el costo de esas nuevas fuentes energéticas, “se están dando en el sector”, plantea el académico.

Wilmsmeier señala que los datos de consumo energético total de cada terminal existen: “cada uno tiene su cuenta eléctrica o de diesel”. Sin embargo, plantea que el paso siguiente es un poco más desafiante: “Cómo mido las emisiones de cada tipo de equipo que tengo dentro del terminal. O sea, saber cuál es el consumo de mis camiones, de mis grúas, de mis reach stackers y para eso sí tengo que instalar mi visón de diferentes áreas para dar un seguimiento”.

El académico señala que actualmente, sin duda, se observa una tendencia hacia la electrificación: “hay mucho interés en eso, pero la pregunta es en qué momento los terminales harán ese cambio”, afirma. En ese sentido, plantea, se puede dar la opción de aguardar el término de ciclo de vida del equipo o bien, hacer un cambio acelerado porque las nuevas tecnologías permiten nuevas eficiencias.

Otro tema que no es menor para Wilmsmeier es la ubicación geográfica del puerto, dada las posibles restricciones de suministro que este factor pueda determinar. Según este factor, explica, los puertos pueden producir peaks en su consumo, debido a los distintos tipos de carga que movilizan, como, por ejemplo, la carga refrigerada. ”Si dependo 100% de la red eléctrica, tengo que asegurarme que pueda suministrarme la energía necesaria o de lo contrario, no podré concretar la transformación. Entonces tengo que ver si el suministro de energía eléctrica es suficiente y flexible para mis operaciones”, recalca.

En ese plano destaca que es necesaria “una conversación con el sector energético para examinar el consumo energético. Ahí vuelve el tema del monitoreo, ¿cuánto uso? ¿cómo lo uso? para concretar una mejor negociación con el proveedor de energía”.

En este punto, añade que el aporte de la academia consiste en la metodología, en ayudar a la construcción del análisis. También indica que los estudios aislados no necesariamente son tan buenos “porque no puedes hacer un benchmark con otros”, por lo que señala que “es interesante juntarse con un grupo, que te permita hacerlo”.  En esa línea calificó como interesante el trabajo de comparación entre datos proveniente de Colombia y Chile (mediante data del Observatorio Logístico) “porque nos permite saber que está pasando, a través de una misma metodología”, destaca.

Desafíos

Gordon Wilmsmeier, sostiene que actualmente “uno de los desafíos es determinar cómo acelero el proceso a la electrificación o cómo acelero el proceso de implementación de equipos de hidrógeno. Cuál es la relación que tengo que hacer entre el costo de esos equipos y los ahorros que me generan a largo plazo”. 

Otro desafío en América Latina- afirma- se relaciona con “la posible renovación de las concesiones”. Esto hace que un operador probablemente se cuestione realizar inversiones en nuevas tecnologías si no está seguro de cuáles van a ser sus condiciones de concesión en el futuro. “Entonces puede haber un holdingback hasta que se aclare la concesión en cada país, puesto que para estas inversiones se necesita ver cierto horizonte para concretarlas”.