Las exportaciones del complejo de soja del puerto de Paranaguá sumaron 4.974.237 toneladas del producto en grano, aceite y salvado, en el primer trimestre del 2022, volumen que es casi un 25% superior a las 3.987.702 toneladas embarcadas en los primeros tres meses de 2021. El mayor aumento se registró en las exportaciones del aceite de soja: 57,3%. En los tres primeros meses de este año se exportaron 327.975 toneladas, frente a las 208.529 toneladas cargadas en ese periodo en 2021.

Este año, al mismo tiempo que aumentan las exportaciones, tampoco se ha registrado ningún volumen de importación del complejo de la soja. En el primer trimestre del año pasado se importaron casi 45,5 mil toneladas de aceite de soja. "Parece que, a pesar de la caída de la cosecha, gran parte de la producción también se ha quedado en el mercado interno", dijo el director general de Portos do Paraná, Luiz Fernando García.

Por otro lado, las exportaciones de harina de soja en el último trimestre fueron de 1.342.739 toneladas, volumen un 38,4% superior a las 970.140 toneladas registradas el año pasado.

El aumento de las exportaciones de soja fue del 17,6%. Este año, de enero a marzo, se enviaron 3.303.523 toneladas de graneles por Paranaguá. En el mismo periodo, en 2021, fueron 2.809.033 toneladas.

Según datos de la Secretaría de Estado de Agricultura y Abastecimiento (Seab), en Paraná el volumen de soja producido en esta cosecha está entre 11,6 y 12 millones de toneladas. La última encuesta indicaba un descenso cercano al 45%.

Según el economista Marcelo Garrido, del Departamento de Economía Rural (Deral) de la Seab, la soja embarcada por el puerto de Paranaguá, en estos primeros meses del año, es parte de productos de la cosecha pasada y otra de la cosecha que está finalizando. "En los últimos tres años, el promedio de exportación de soja en Paraná fue de aproximadamente 59% de la cantidad producida", dice. Según él, el resto es lo que queda en el mercado nacional.

Sobre el alta observada en las exportaciones por parte de las terminales del Estado, Garrido explica que es un reflejo del aumento de la demanda de alimentos en el mundo: "En los últimos años, el consumo mundial ha crecido y las exportaciones de los países productores de alimentos han seguido esta demanda", afirma.

Otro factor que ha favorecido a Brasil en los últimos años, según él, son los tipos de cambio, que en general han beneficiado a los productos brasileños en el mercado internacional.

Con menos producto disponible y una demanda interna creciente, el economista de Deral cree que la tendencia es que se reduzcan los volúmenes a exportar en este y los próximos meses. "Como este año hemos tenido una cosecha menor, y la demanda interna es grande, es posible que haya, incluso, necesidad de importar", añade Garrido.