Hasta el año 2017, en la zona norte de Chile, no existía ninguna empresa que ofertara el correcto manejo, recepción y debida eliminación de residuos navieros complejos y también, de los generados por otros sectores productivos y de servicios. Sin embargo, la “Planta de Tratamiento de Residuos” de Resiclean- ubicada en la zona industrial de la localidad de Alto Hospicio, cercana al Puerto de Iquique- vino a cerrar esta importante brecha ambiental y sanitaria.

A través de actividades que están sometidas a una serie de normas y reglamentos legales, sanitarios y ambientales, Resiclean ofrece soluciones industriales y de gestión para el correcto tratamiento y disposición final de aquellos residuos que, la nueva normativa ambiental del país califica como especiales o peligrosos, y cuya recepción y tratamiento busca privilegiar el mejor cuidado y resguardo del medio ambiente y la calidad de vida de las comunidades.

“Nuestro trabajo está orientado a lograr que todas las naves que arriben a los puertos de la región de Tarapacá, y que requieran o demanden el correcto manejo y disposición final de sus residuos, tengan la factibilidad de acceder a nuestros servicios, brindándoles una importante ampliación de la oferta de los servicios portuarios de la Zona Norte de nuestro país”, apunta Abel Cortés, Asesor Técnico y Administrativo de Resiclean, a MundoMarítimo.

Esta solución es de gran importancia, ya que la ausencia de un servicio semejante puede considerarse como un notable riesgo de contaminación ambiental, generando serios peligros y posibles daños a la flora y fauna marítima de las costas. “Por tanto, la disponibilidad de los servicios que ofertamos, de algún modo colaboran en evitar que estos residuos terminen en el mar o en lugares no aptos para su recepción, produciendo contaminación”, subraya Cortés.

Del mismo modo, la ausencia de esta oferta incide de forma negativa la programación del arribo de naves a los puertos, puesto que, para dar cumplimiento de la normativa MARPOL, en muchos casos, desde los buques consultan si en los puertos donde pretenden recalar existen empresas que puedan recibir y manejar sus residuos.

En suma, Cortés que “nuestros servicios de manejo de residuos navieros, están orientados esencialmente al manejo de los denominados ‘Residuos Inorgánicos’, los que corresponden a la basura doméstica de las naves como aquellos generados en cocinas y dormitorios; chatarra electrónica, residuos de los talleres o maestranzas, residuos de embalajes, contenedores vacíos, documentación desechada, textiles, etc.”.

Manejo de residuos navieros

Resiclean, para la gestión de retiro, traslado y disposición final de los residuos, responde a una solicitud de cotización generada por los representantes de la línea naviera o de la nave en el país (agencia naviera). En esta solicitud se indica el tipo de residuos que se requiere desembarcar, su cantidad aproximada, la fecha de recalada de la nave al Puerto de Iquique, terminal de arribo (EPI o ITI) y la fecha y hora aproximada en que se debe concurrir a retirar los residuos. “Con esta información, nuestra empresa informa la factibilidad del procedimiento solicitado y su costo por kilo de residuo o por metro cúbico”, indica Cortés.

“Una vez aprobada la cotización, concurrimos al terminal respectivo para gestionar todos los permisos, presentación de protocolos de seguridad y pagos requeridos para ingresar sin problemas a desembarcar los residuos en el día acordado. El retiro se ejecuta con personal y vehículos autorizados para estos efectos”, detalla el Asesor Técnico y Administrativo de Resiclean.

Añade que, una vez retirado los residuos, son transportados con caja de carga “estanca” hasta la Planta de Tratamiento Resiclean, dónde son pesados y preparados para su eliminación por incineración. En caso que los residuos que se requieren desembarcar son orgánicos, se debe gestionar autorización y permiso especial del Servicio Agrícola Ganadero.

Expansión de servicios

Cabe mencionar que Resiclean ofrece, además, soluciones normadas para el correcto manejo y disposición final de una amplia gama de residuos obtenidos desde las diversas actividades productivas y de servicios regionales, incluyendo: el ámbito de la salud en sus distintos niveles de atención, comercio en general, industria, faenas portuarias, pesqueras y mineras, etc.; así como también de los ámbitos educacional, judicial y aduanero, entre otros.

En lo inmediato, la empresa está buscando recuperar la posición que ocupaba en la industria portuaria local hasta antes del inicio de la Pandemia de COVID-19, cuando logró atender de una a tres naves por mes con la debida entrega del Certificado de Disposición Final de Residuos Navieros.

“Para el futuro, queremos ampliar nuestra oferta a los puertos privados existentes en la región de Tarapacá y, además, poder extender nuestros servicios al puerto de Arica”, proyecta Cortés.