Las interrupciones del servicio ferroviario están ralentizando los flujos de carga en EE.UU. y contribuyendo a avivar la inflación que se encuentra en el nivel más alto de los últimos 40 años. A esta situación se suma que camioneros que prestan servicio en algunos de los puertos más concurridos de la costa oeste de EE.UU. (USWC) están organizando protestas, ante la puesta en marcha de nuevas normas laborales estatales que amenazan con crear otro punto de estrangulamiento en las tensas cadenas de suministro estadounidenses.

Respecto al servicio ferroviario, los retrasos resultantes en el Puerto de Los Ángeles amenazan con deshacer los progresos realizados por los trabajadores en el despeje de contenedores de los muelles después de que la ola de importaciones impulsada por la pandemia generara colas de más de 100 buques frente a los puertos de Los Ángeles y de Long Beach.

Actualmente, más de 29.000 contenedores ferroviarios se encuentran en los muelles del puerto del sur de California. Ese número no debería ser superior a 9.000, dijo el director ejecutivo de Puerto de Los Ángeles, Gene Seroka. En ese sentido, solicitó a los importadores que agilicen la recogida de contenedores y a los ferrocarriles que envíen tripulaciones, locomotoras y vagones al puerto para evacuar la carga.

Union Pacific y BNSF, propiedad de Berkshire Hathaway prestan servicio en el puerto de Los Ángeles. Estas empresas, al igual que otras grandes compañías ferroviarias estadounidenses, redujeron los puestos de trabajo y paralizaron sus equipos antes de que la pandemia pusiera en peligro los sistemas de transporte del país.

Las negociaciones contractuales entre estos ferrocarriles y los sindicatos que representan a 115.000 de sus trabajadores se han estancado después de más de dos años. Ambas partes esperan que el presidente Joe Biden designe un panel que recomiende los términos de un acuerdo. 

Union Pacific y BNSF dicen que están trabajando para solucionar la escasez de mano de obra y de equipos. Y aseguraron que sus operaciones dependen de la pronta recogida de la carga y del rápido retorno de los equipos.

Transportistas carreteros 

Los trabajadores del transporte se manifiestan en los puertos californianos de Los Ángeles, Long Beach y Oakland, según informó la Harbor Trucking Association en un comunicado. Las protestas no han tenido ningún impacto en las operaciones del complejo de Los Ángeles, según apuntó Seroka. 

En detalle, el proyecto de ley 5 de la Asamblea de California exige que los trabajadores cumplan una prueba de tres partes para ser considerados contratistas independientes o, de lo contrario, ser reconocidos como empleados con derecho a prestaciones laborales. Los propietarios de camiones del estado deben cumplir ahora con la deominada normativa estatal AB5 después de que el 30 de junio el Tribunal Supremo se negara a revisar un caso que impugnaba la legislación que establece las pruebas para la clasificación del estatus de empleo.  

El sector del transporte por carretera depende de los contratistas -que hasta ahora han tenido flexibilidad para operar en sus propios términos- y ha luchado por estar exento de las regulaciones estatales durante años. El cambio afectará a unos 70.000 propietarios de camiones que constituyen la base del sector del transporte en California.  

Más del 70% de los camioneros que prestan servicio en algunos de los mayores puertos del país son propietarios-operadores, y la AB5 regirá sus relaciones con navieras, intermediarios y beneficiarios de carga en la mayoría de los casos, según la Asociación de Camioneros de California, que presentó el recurso legal. 

"La frustración por la total falta de consideración del estado de California hacia un modelo de negocio que ha proporcionado a miles de hombres y mujeres una oportunidad para construir y hacer crecer un negocio es ahora descaradamente obvia", dijo la asociación Harbor Trucking. "Con tantas cuestiones legales pendientes en relación con la AB5 y cómo impacta en el futuro de aquellos que quieren mantener su estatus independiente, no es de extrañar que estos camioneros hayan tomado el asunto en sus propias manos". 

Seroka, de Los Ángeles, dijo que el puerto había planificado los días de protesta. "Les dimos la amplitud, la profundidad y el espacio que necesitaban para expresar sus opiniones, pero mantuvimos la carga en movimiento; estos conductores son muy respetuosos precisamente con eso", dijo Seroka en una sesión informativa virtual el miércoles. "Tienen un mensaje que transmitir y siguen haciéndolo. Les aplaudo por haber venido hoy aquí".