Los resultados del segundo trimestre de 2022 de ONE (equivalente a su primer trimestre del año fiscal que contempla los meses de abril, mayo y junio) marcaron ingresos récord de US$5,499 millones, con un incremento de US$2,940 millones (56%) respecto al mismo periodo del año anterior. El EBITDA de la línea naviera para el periodo fue de US$5.859 millones y el EBIT US$5.561 millones.

Según informó ONE, los embarques disminuyeron ligeramente en comparación al mismo período del año pasado, mientras que los costos de operación de las naves aumentaron; en cambio, el consumo de búnker disminuyó debido a una reducción en el número de naves operativas y la congestión portuaria, resultando en un nivel similar al del mismo período del año anterior.

Desde la naviera agregaron que la demanda mundial de carga se mantuvo firme. El volumen del mercado de Asia-Norteamérica en abril y mayo aumentó aproximadamente un 4% interanual. En tanto, el volumen del mercado de Asia-Europa en abril y mayo disminuyó aproximadamente un 7% interanual debido al impacto del bloqueo de Shanghái y la crisis de Ucrania.

Proyecciones

ONE espera que la tensión excesiva en toda la cadena de suministro global y los atascos operativos resultantes causados principalmente por la propagación de COVID-19, eventualmente se resuelvan y la situación avance gradualmente hacia la normalización. Sin embargo, reconoce que actualmente es difícil predecir exactamente cuándo, debido a la amplia gama de efectos.

Además, explica se ha vuelto más difícil pronosticar el entorno empresarial general ante las crecientes incertidumbres, como la actual crisis de Rusia/Ucrania, el impacto de la política de cero COVID-19 de China y las negociaciones laborales de ILWU.

En estas circunstancias, ONE asume que es extremadamente difícil anunciar un pronóstico comercial razonable para el año fiscal en curso y, como tal, los pronósticos de la compañía para el año fiscal 2022 aún no se han finalizado.

La línea naviera afirma finalmente que se esfuerza continuamente por poner fin a la agitación actual que enfrenta la cadena de suministro global, así como por estabilizar su desempeño mientras responde de manera flexible a los cambios en el entorno.