El Tribunal de Cuentas Federal (TCU) de Brasil aprobó el miércoles 6 de julio el modelo de privatización del Ferrocarril Interno del Puerto de Santos (FIPS), enviado a principios de año por la Autoridad Portuaria de Santos (SPA), la empresa estatal que gestiona el Puerto de Santos. 

Con la aprobación del Tribunal de Cuentas, la SPA debería lanzar en el tercer trimestre la convocatoria pública para que los interesados se califiquen para constituir el FIPS. El proyecto ampliará la capacidad ferroviaria del Puerto, que ya está cerca de la saturación.

Será un contrato asociativo, en el que los calificados compartirán los costos y las operaciones. Se trata de un modelo de oportunidad de negocio, previsto en la Ley estatal (nº 13.303, 2016).

Las inversiones estimadas para FIPS se harán en los primeros cinco años. En la actualidad, la capacidad ferroviaria anual del complejo portuario se limita a 50 millones de toneladas, frente a una capacidad prevista de 115 millones de toneladas para los próximos 5 a 10 años de los ferrocarriles que desembocan en el complejo (MRS, Rumo y VLI).

Las inversiones previstas separarán los cruces carretera-ferrocarril y garantizarán la fluidez del flujo de bienes por tren, aumentando la eficacia de la operación. Una de las principales inversiones es la construcción de una "pera" ferroviaria en la región de Outeirinhos. El "carrusel" ferroviario será el primero en la margen derecha del Puerto y permitirá que los trenes que transportan grano a las terminales de exportación vuelvan a captar graneles sólidos para descargarlos en el grupo de fertilizantes. Hoy la operación de retorno de bienes es mala porque, sin la pera, los trenes tienen que hacer maniobras que toman horas y restan eficiencia al sistema, lo que lo hace anticompetitivo.