Los agricultores estadounidenses, que enfrentan atascos en la cadena de suministro y al aumento del dólar, están perdiendo su ventaja competitiva en el mercado mundial de la soja frente a su mayor rival: Brasil, reporta Bloomberg.

En muchos de los años hasta 2020, a China -el principal importador- le resultaba el doble de caro enviar soja brasileña que estadounidense. Pero los problemas logísticos en EE.UU., la mejora de los puertos y la infraestructura de suministro del país sudamericano y la fortaleza del dólar han eliminado casi por completo esa diferencia, según los datos del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA)

De hecho, a un comprador chino le cuesta ahora aproximadamente lo mismo transportar una tonelada de soja -utilizada para todo tipo de productos- desde el estado de Mato Grosso, el de mayor producción de Brasil, que, desde el segundo productor estadounidense, Iowa. Y el diferencial se ha cerrado a pesar del aumento de los precios de los combustibles este año, que ha avivado la inflación.

Planes millonarios en EE.UU.

Ante esta situación, EE.UU. se apresura a remediar los atrasos en el transporte de la época de la pandemia y pone en marcha un plan multimillonario para mejorar las infraestructuras, Brasil ya está empezando a recoger los frutos de los más de US$56.100 millones que el gobierno federal ha invertido en carreteras y puertas marítimas desde 2008.

El tiempo es esencial para EE.UU., que perdió unos US$10.000 millones en exportaciones agrícolas debido a las interrupciones de la cadena de suministro de la pandemia. Por otro lado, el paquete federal de infraestructuras de EE.UU. aprobado en 2021 ha prometido grandes inversiones en logística, incluyendo US$17.000 millones para puertos y decenas de miles de millones más para ferrocarriles y carreteras. Al mismo tiempo, los centros marítimos del país y sus inquilinos planean invertir casi US$33.000 millones anuales para 2025.

Inversiones Brasil

Brasil, por su parte, está viendo los dividendos de su inversión: la renovación del llamado Arco Norte de puertos a lo largo del río Amazonas y de la costa nororiental del Océano Atlántico ha recortado en dos días y 1.000 millas el tiempo y la distancia necesarios para llevar los cultivos desde las granjas del medio oeste hasta un buque, aproximadamente la mitad de lo que era antes.

En la última década, las exportaciones de maíz y soja a través del Arco Norte se han multiplicado casi por seis, según la Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería.

En el puerto más activo de Brasil, Santos, las autoridades están invirtiendo cientos de millones de dólares para aumentar la capacidad total en un 50%, hasta alcanzar los 240 millones de toneladas anuales en 2040, mientras que la cantidad total de carga transportada por tren casi se duplicará, hasta alcanzar los 86 millones de toneladas al año, dijo Bruno Stupello, director de Desarrollo de Negocios del puerto.

Para que Brasil siga siendo competitivo, será necesario que la infraestructura crezca más que la producción durante los próximos años, dijo Thiago Pera, especialista en logística agrícola de la Universidad de Sao Paulo. Eso "será un reto dadas las estimaciones de producción para los próximos años", dijo, en referencia a la cosecha récord prevista por el USDA para la temporada de 2023.

Aunque EE.UU. tiene que hacer frente a los problemas de la cadena de suministro, sigue siendo un lugar más fácil para trasladar los productos a los puertos en comparación con Brasil, dijo Steenhoek, de la Coalición de Transporte de Soja.

Incluso, con toda la inversión, sólo el tiempo dirá si Brasil se establecerá como una opción más barata, dijo Joana Colussi, investigadora agrícola de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. "A pesar de los recientes avances, es probable que los desafíos logísticos persistan en Brasil en los próximos años debido a los déficits de infraestructura", dijo.