Se acabó la fiesta de altas tarifas y amplias ganancias para las líneas navieras, o así parecería ser con el precedente que sienta el caso del retailer MCS Industries contra la naviera Mediterranean Shipping Company. En diciembre de 2021, la compañía portacontenedores más grande del mundo recibió de parte de la US Federal Maritime Commission (FMC) la demanda del gigante de artículos del hogar por el no cumplimiento de sus obligaciones contractuales de asegurar espacios para el transporte de carga hacia el mercado asiático, obligándolo a comprar tarifas spot, y en julio de 2022 se le ordenó a la suiza-italiana un plazo de un mes calendario para presentar documentación pertinente al caso. Sin embargo, la compañía no cumplió dicho mandato, solicitando una extensión en el plazo, el cual le fue negado por oposición de la propia MCS Industries.

Manos atadas

Mediterranean alega asistencia judicial suiza antes de entregar la documentación, y que esa sería la principal causa del retraso. Sin embargo, luego de que la corte de primera instancia del país dictara que su asistencia no aplica, la naviera quedó desprotegida de su argumento y solicitó una nueva extensión, a lo que MCS Industries respondió con una sanción de que “MSC no podrá aceptar los beneficios de transporte de carga desde y hacia los puertos estadounidenses mientras se prolonguen las obligaciones legales y regulatorias ante la Comisión”, según leen reportes de prensa con acceso a la documentación del caso. Por ende, MCS Industries ha solicitado una decisión de default hacia la naviera más grande del mundo.

Mal precedente

El pleito entre MSC y MCS Industries a través de la FMC ha captado la atención de otros shippers que podrían comenzar a entablar acciones legales contra las líneas navieras, especialmente a medida que las presiones de la cadena de suministro comiencen a ceder y el balance de poder de espacio-tarifas no sea suficiente para satisfacer las demandas de reparación frente a una intensa situación donde las navieras pusieron duras condiciones durante demasiado tiempo. “La rabia acumulada y síndrome de estrés post traumático colectivo en la comunidad BCO en general ahora quiere reparación, y la reducción de las tarifas simplemente no será suficiente para algunos”, comentó el analista Lars Jensen.  

Lo que es peor para MSC es que la compañía ha insistido en que las acusaciones de su ahora ex cliente son ‘infundadas’, y que las dificultades sufridas por el retailer de muebles habrían sido causadas por “errores de comunicación y coordinación entre MCS Industries e intermediarios tercerizados, y no por mal actuar de MSC”, según un comunicado de la naviera emitido en enero de 2022, en el corto plazo luego de ser notificados del caso.

Ante la negativa de extensión de plazo por parte de la FMC, MSC ha comunicado que “lamentamos solicitar una nueva demora, pero respetuosamente presenta que la situación actual pone a MSC en una posición imposible”. El nuevo plazo para MSC es el 22 de septiembre, fecha en la que deberá entregar los documentos solicitados o mostrar causa por qué no debiera ser juzgada en default.