
当前位置:新闻动态
Fenómeno climático de La Niña impacta regiones productoras de granos de Brasil y Argentina
来源:MundoMarítimo 编辑:编辑部 发布:2022/10/09 09:56:50
Los “escépticos del cambio climático” lo llamarán coincidencia, pero La Niña, que ha estado afectando al mundo por tercer año consecutivo por primera vez en el siglo XXI deja un sabor amargo sobre sus posibles consecuencias. Desde las dañinas y mortales inundaciones en Pakistán hasta la sequía en las Américas y fuertes lluvias e inundaciones en el Pacífico, pueden ser atribuidas a este fenómeno meteorológico, señala un reporte de BRS Dry Bulk.
La Niña ha estado agregando más presión al grano y mercados de semillas oleaginosas, destacando la incertidumbre que se cierne alrededor de la industria. Se han reportado sequías en las Américas, desde la parte norte del continente hacia el sur. El oeste de EE.UU. y Canadá se han visto afectados por una grave sequía, dañando los rendimientos de trigo durante la campaña de 2021-22. Sin embargo, el Departamento de Agricultura de los EE.UU. (USDA) está esperando que los rendimientos de trigo estén en mejores condiciones durante este año, aunque sujeto a cambios. En tanto, la sequía en el Medio Oeste del país desafió seriamente las actividades de siembra de maíz para la campaña 2022-23, llevando a revisar a la baja las estimaciones.
A pesar de que La Niña es normalmente un fenómeno que genera huracanes en el Pacífico, ha impulsado un nivel anormal de éstos en el Atlántico. Así este tipo de tormentas inducidas por el fenómeno de La Niña se han fortalecido, con 30 registradas en 2020, un récord, y otras 21 en 2021.
Situación en América del Sur
En esta región, Brasil y Argentina se encuentran muy afectadas por la sequía en sus áreas productoras. Al igual que su principal competidor: EE.UU., Brasil ha visto su rendimiento comprometido en los cultivos de maíz y soja durante los años de La Niña. Para poner esto en más perspectiva, la producción brasileña de maíz cayó bruscamente durante la temporada 2021-22 dado que alrededor del 21% del total de su producción se echó a perder por la sequía durante ese período.
La misma tendencia se ha visto en el mercado de soja mientras La Niña martillaba la cosecha de semillas oleaginosas en los últimos dos años. El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil está esperando que la sequía continúe durante el resto del año, con precipitaciones pronosticadas por debajo del promedio en la mayor parte de la región sur del país durante el período octubre - noviembre. A pesar de las malas perspectivas sobre el tiempo, la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (Conab) espera que la producción de soja del país alcance un récord en la temporada 2022-23. Conab ha pronosticado en 150,3 millones de toneladas la producción de soja durante la temporada 2022-23, un aumento del 21% interanual; considerando que la producción mundial de cereales y semillas oleaginosas se pronostica para llegar a 308 millones de toneladas durante el mismo período, frente a las primeras estimaciones de este año de 272 millones de toneladas.
En Argentina la sequía terminó drenando el río Paraná, ruta de navegación clave para el país. La falta de agua en el río provocó problemas logísticos, ya que los buques no podían navegar totalmente cargados en la vía fluvial. Esto empujó a encontrar una solución alternativa y costosa, para entregar cereales en los puertos de exportación.
Pasando a la región del Pacífico, Australia se distingue por ser el único “beneficiado” del fenómeno, ya que, según la Oficina Australiana de Revisión de Ciencia y Economía Agrícola y de Recursos le permitirá al país aumentar su producción de trigo de 2022 a 2023 de 30,3 millones a 32,2 millones de toneladas.
Si bien en el mundo se han presentado condiciones climáticas desfavorables para el suministro de cereales, otros factores pusieron un poco más presión sobre la industria, como la guerra Rusia-Ucrania, conflicto que se espera tenga un impacto prolongado en el mercado del grano, a través de los próximos años. De hecho, el aumento de precio de los fertilizantes y su escasez combinado con los altos precios de la energía, mantendrán la incertidumbre que se cierne sobre el mercado de granos y la seguridad alimentaria del planeta.