Los desprendimientos de tierra registrados el 29 de noviembre tras las fuertes lluvias en el sur de Brasil bloquearon la principal carretera de acceso a los puertos de Paranaguá y Antonina, provocando el corte de acceso por camión y ferrocarril. Sin embargo, los camiones que se dirigían a entregar carga en el puerto de Paranaguá empezaron a llegar después de que las autoridades despejaran parcialmente un acceso clave de la carretera permitiéndoles reanudar su viaje, informó Reuters.

Según datos de la autoridad portuaria el jueves 1 de diciembre, 277 camiones habían entrado en el patio de recepción de Paranaguá a medida que el tráfico se reanudaba gradualmente. Y, hasta las 8:30 de la mañana, hora local, habían llegado al puerto otros 155 camiones que estaban atascados en los bloqueos provocados por los deslaves, añadió la autoridad.

La llegada de los camiones supone un alivio para los exportadores de commodities como los cereales y el azúcar, que temían que los desprendimientos de tierra tras las fuertes lluvias pudieran retrasar los envíos y hacerles pagar los costos de sobrestadía, que se cobran por no cargar un buque en un horario previamente acordado.

Alrededor del 80% de los bienes  exportados desde Paranaguá, el segundo puerto más importante de Brasil para los cereales y el azúcar, llegan en camiones.