La incertidumbre sobre lo que sucederá con los precios del bunkering después de 2020 está creando una especie de dilema para los armadores de buques tanque. Por ello, Drewry exploró la conveniencia optar por depuradores o no.

Como los armadores normalmente pueden transferir el costo adicional del bunkering a los charteadores, el precio real del combustible marino no suele ser su principal preocupación. La expectativa es que el precio del combustible de alto contenido de azufre (HSFO) disminuirá después de la implementación de las regulaciones de la OMI, ya que la mayoría de la demanda existente cambiará a combustible bajo en azufre (LSFO). Al mismo tiempo, la disponibilidad ajustada de LSFO asegurará altas primas para LSFO y MGO.

Por lo tanto, el dilema para los armadores de buques tanque es sobre el diferencial de tarifas entre LSFO y HSFO, ya que ello definirá el atractivo de instalar un depurador para cumplir con las próximas normativas de la OMI que limitan la cantidad de azufre en los distintos tipos de bunkering.

Además de la prima de LSFO sobre HSFO, la antigüedad del buque también será un factor crucial, ya que los buques más nuevos tendrán más tiempo para recuperar la inversión en un depurador. Los buques de nueva construcción también tendrán una ventaja, ya que no solo poseerán una vida comercial más larga para recuperar el costo del depurador, sino que también el costo de instalar un depurador en un buque de nueva factura será menor que hacerlo en una nave existente, ya que esta requeriría de una adaptación para implementarlo en el espacio de cubierta existente.

El costo de instalar un depurador open-loop en un VLCC de nueva construcción es de US$2,5 a US$3.0 millones (US$$ 2.7 millones), mientras que el costo de adaptar un depurador en un VLCC existente será de US$4- US$4.5 millones (US$4.3 millones).

Además, se espera que la prima para LSFO disminuya gradualmente a partir de 2020 a medida que aumente la oferta. De acuerdo con las proyecciones de Drewry, la prima disminuirá alrededor de US$300 por tonelada en 2020 a US$87 por tonelada en 2023 y, en consecuencia, los ahorros en el costo de bunkering para un eco-VLCC moderno disminuirá de US$5,7 millones a US$1,6 millones. Esto sugiere que los armadores que opten por naves equipadas con depuradores en 2020 recuperarían sus costos solo en el primer año.

Sin embargo, para aquellos que elijan adaptar un depurador (o tomar la entrega de un buque equipado con depurador más adelante), el período de recuperación será más largo.

Para Drewry, si bien equipar un depurador parece comercialmente atractivo según estos cálculos, todavía existen algunos interrogantes sobre su disponibilidad. Además, la disponibilidad de HSFO para naves equipadas con depuradoras, particularmente en puertos pequeños, podría verse restringida si la flota global de buques equipados con depuradores sigue siendo pequeña, ya que habrá un costo asociado con el mantenimiento del stock de un tipo de combustible marino que sería menos popular.