United Parcel Service (UPS) anunció que volverá a la mesa de negociaciones con una oferta mejorada para los cerca de 340.000 trabajadores de EE.UU., representados por Teamsters, en un intento de evitar una potencial huelga el 1 de agosto. En tanto, los pilotos de UPS, que pertenecen a otro sindicato, también dejarían de volar en solidaridad con los trabajadores en huelga, según reportó Reuters.

En concreto, UPS, a través de un comunicado, dijo que estaba dispuesta a aumentar salarios y prestaciones, pero que “hay que trabajar con rapidez para cerrar un acuerdo justo que ofrezca seguridad a nuestros clientes, empleados y empresas de todo el país”. Por su parte, la Hermandad Internacional de Teamsters en un comunicado en Twitter dijo que UPS se puso en contacto con ellos el miércoles 19 de julio,  con el fin de reanudar las conversaciones la semana entrante.  Cabe recordar que las negociaciones se rompieron el 5 de julio, y cada parte culpó a la otra.

En tanto, un grupo de 200 legisladores estadounidenses afirmó en la misma jornada que ha acordado no intervenir en caso de que los trabajadores de UPS se declaren en huelga. "Tenemos la esperanza de que ambas partes puedan negociar de buena fe y llegar a un acuerdo consensuado", dijeron los legisladores, añadiendo que si esto no se lograse han comprometido a respetar los derechos de los trabajadores "a retener su trabajo e iniciar y participar en una huelga".

Principales puntos en conflicto 

Uno de los principales puntos de fricción en las negociaciones es el aumento salarial de los trabajadores con experiencia a tiempo parcial, que ganan más o menos lo mismo o incluso menos que los recién contratados, ya que los salarios iniciales aumentaron debido a la escasez de mano de obra en los últimos años.

Amplio impacto

Cualquier interrupción de la actividad de UPS se dejaría sentir ampliamente, ya que la empresa gestiona unos 20 millones de paquetes al día, aproximadamente una cuarta parte de los envíos totales de este sector en Estados Unidos. Entre ellos se incluyen entregas para minoristas online como Amazon.com, medicamentos con receta de alto valor para médicos y hospitales, e inventario para millones de otras empresas grandes y pequeñas.

Una huelga podría ser una de las más costosas en al menos un siglo, con el impacto de una huelga de 10 días superando los US$7.000 millones, según un grupo de expertos. Sin embargo, a pesar de todo el ruido y los aspavientos, muchos ejecutivos y analistas del transporte creen que ambas partes llegarán a un acuerdo antes de la fecha límite. Esto se debe a que cada una depende de la otra.

Mientras tanto, el líder de los Teamsters, Sean O'Brien, dijo a Reuters la semana pasada que ha pedido al presidente Joe Biden que no intervenga en las conversaciones, incluso cuando los grupos minoristas y otras partes interesadas presionan para que la administración intervenga. 

"Creemos que una huelga el 1 de agosto en UPS sigue siendo posible, pero no probable", dijo el analista de Susquehanna Bascome Majors en una nota a clientes. "La noticia oficial de que las negociaciones Teamsters-UPS se reanudan la próxima semana después de una pausa de 2,5 semanas despeja el camino para 'llegar al sí' antes de la fecha límite".