El transporte marítimo está en el punto de mira de la COP28, la conferencia anual de la ONU sobre cambio climático que comenzó el 30 de noviembre en Dubái. El sector, que transporta alrededor del 80% del comercio mundial de bienes, se encuentra bajo presión para descarbonizarse. Al respecto, un nuevo informe de política de la UNCTAD insta a reunir a líneas navieras, puertos, fabricantes, expedidores, inversores, productores de energía y distribuidores de bienes para ayudar colectivamente al sector en este objetivo y garantizar que el proceso sea justo y equitativo.

El documento sostiene  que el transporte marítimo emite alrededor del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). En la última década, éstas han aumentado un 20%, una tendencia que el mundo "sencillamente no puede permitirse", afirmó la secretaria general de la UNCTAD, Rebeca Grynspan. Además, agregó que "nuestro mensaje en la COP28 es muy claro. Es necesaria una acción mundial audaz para descarbonizar el transporte marítimo. Pero éste no puede descarbonizarse por sí solo. Requiere la acción de todo el ecosistema", afirmó.

Incertidumbre retrasa inversiones

El informe de la UNCTAD destaca que la incertidumbre en cuanto a la normativa y las alternativas a los combustibles fósiles están retrasando las inversiones necesarias. Las estimaciones muestran que descarbonizar la flota mundial para 2050 podría costar entre US$8.000 y US$28.000 millones anuales, y que se necesitarían entre US$28.000 y US$90.000 millones más cada año para establecer la infraestructura de combustibles neutros en carbono.

Esta elevada cifra podría aumentar los costos del transporte marítimo, lo que afectaría a la economía mundial. En esa línea, una simulación de la UNCTAD para 2023 muestra que hipotéticos aumentos de la logística marítima del 10%, 30% y 50% podrían reducir el PIB mundial en un 0,01%, 0,04% y 0,08%, respectivamente. En términos monetarios, una caída del 0,08% del PIB mundial, valorado en US$104 billones en 2022, se traduciría en aproximadamente US$80.000 millones de pérdidas para la economía mundial.

Economías vulnerables, las más afectadas 

Aunque todas las economías sentirían los efectos del aumento de los costos del transporte marítimo, el impacto sería más pronunciado en los pequeños estados insulares en desarrollo y en los países menos desarrollados. Sus economías, que dependen en gran medida del transporte marítimo, ya soportan costos de transporte más elevados y disponen de recursos limitados para hacer frente a las alzas de precios.

"Si los esfuerzos de descarbonización no van acompañados de crecimiento económico, reglamentación multilateral sólida e innovación tecnológica, se corre el riesgo de dejar atrás a corto plazo precisamente a los países a los que más se puede ayudar a largo plazo", afirmó Grynspan.

Recomendaciones políticas para lograr un equilibrio

El informe de la UNCTAD esboza cuatro recomendaciones para ayudar al sector marítimo a equilibrar los objetivos y las preocupaciones económicas, medioambientales y normativas.

• Establecer un marco normativo universal aplicable a todos los buques, independientemente de su pabellón de registro, país de propiedad o zona de operación, para evitar un proceso de descarbonización a dos velocidades y soluciones fragmentadas y exenciones que distorsionen la igualdad de condiciones para el transporte marítimo y el comercio.
• Aplicar normativas que ayuden a minimizar la incertidumbre, que actualmente obstaculiza las decisiones de inversión de armadores, astilleros y puertos.
• Animar a los inversores y a las instituciones financieras a aumentar sustancialmente los fondos destinados a la investigación y el desarrollo de tecnologías e infraestructuras de transporte marítimo que utilicen combustibles limpios.
• Introducir una tasa sobre los combustibles o un precio de emisión de carbono para hacer más competitivos los combustibles alternativos, generando al mismo tiempo fondos que puedan ayudar a las economías más pequeñas y vulnerables a lograr una transición ecológica y justa con bajas emisiones de carbono.

Nueva asociación 

La UNCTAD y la Organización Marítima Internacional (OMI) anunciaron el 1 de diciembre en la COP28 una nueva asociación para seguir evaluando el impacto potencial de la descarbonización en la logística marítima, especialmente en los países en desarrollo.

Esto incluye un examen exhaustivo por parte de la UNCTAD de cómo una cesta de medidas a medio plazo -incluidos los mecanismos de fijación de precios de los GEI marítimos, actualmente en negociación en la OMI- pueden afectar potencialmente al comercio, el PIB y los precios al consumo de los países.

El proyecto, que cuenta con US$500.000 de la OMI, se desarrollará hasta marzo de 2025. Su objetivo es apoyar la creación de un consenso mundial hacia un futuro con bajas emisiones de carbono para el transporte marítimo y reducir la incertidumbre de los inversores.