La digitalización continúa remodelando la industria marítima. De hecho, los primeros buques mercantes autónomos serán lanzados en los próximos años y con el objetivo ayudar a construir una cultura de seguridad alrededor de estas nuevas tecnologías, DNV GL ha lanzado una nueva guía de clase que cubre naves autónomas y operadas a distancia, según dio a conocer la compañía en el marco de la conferencia SMM 2018 en Hamburgo.

"Un nuevo conjunto de sensores, conectividad, análisis y funciones de control en las tecnologías marítimas está sentando las bases para operaciones remotas y autónomas en el transporte marítimo", afirmó Knut Ørbeck-Nilssen, CEO de DNV GL - Maritime.

"El aumento de la automatización, ya sea en forma de soporte de decisiones, operación remota o autónoma, tiene el potencial de mejorar la seguridad, la eficiencia y el desempeño ambiental del sector. Para alcanzar este potencial, la industria necesita un conjunto sólido de estándares que permita que los nuevos sistemas lleguen al mercado y aseguren que estas tecnologías se implementen de manera segura", añadió el ejecutivo.

La guía cubre nuevos conceptos operacionales que no se ajustan a las regulaciones existentes, y tecnologías que controlan funciones que normalmente serían realizadas por humanos.

En términos de nuevos conceptos operativos, la guía ayuda a quienes deseen implementarlos en un proceso de aprobación, acorde a los requisitos de diseño alternativos de las autoridades marítimas. Para las nuevas tecnologías, los proveedores podrán usar la guía para obtener una aprobación en principio.

La guía cubre aspectos como la navegación, la ingeniería del buque, los centros de control remoto y las comunicaciones. Además, hace especial hincapié, en dos áreas clave a partir de la dependencia de los conceptos autónomos y remotos en el software y en los sistemas de comunicación: la ciberseguridad y las pruebas de software.

Tanto el proceso de calificación del concepto como el proceso de calificación tecnológica incluyen aspectos de ciberseguridad en el análisis de riesgo. No solo los sistemas en sí mismos, sino la infraestructura asociada y los componentes de red, servidores, estaciones de operador y otros puntos finales deben tener en cuenta la ciberseguridad, incorporando múltiples capas de defensa siempre que sea posible. En términos de software, la garantía de calidad de los sistemas basados en software es esencial, y se deben utilizar procesos de desarrollo bien establecidos y una estrategia de pruebas de productos finales multifacética para garantizar un funcionamiento seguro.

"Este es un primer paso en el proceso para hacerse cargo plenamente de estas tecnologías", dice Knut Ørbeck-Nilssen.

“Continuaremos desarrollando experiencia de varios proyectos actualmente en curso. En algunas áreas, como los sistemas de navegación y las funciones de ingeniería, ya podemos ofrecer orientación técnica basada en nuestras normas de clase actuales y, a medida que avancemos, se sucederán nuevas guías y reglas", añadió finalmente.