La adopción de tecnologías automatizadas en los puertos, como las grúas pórtico sobre rieles (RMG), es actualmente un eje central de la negociación entre la International Longshoremen's Association (ILA) y la United States Maritime Alliance (USMX). La disputa, que afecta a 36 puertos en la Costa Este y el Golfo de Estados Unidos, mantiene en vilo al sector marítimo, con una posible huelga programada si no se alcanzan acuerdos antes del 15 de enero de 2025.

El uso de grúas RMG automatizadas, que permite mayor eficiencia y precisión en la movilización de contenedores, ha sido señalado por la ILA como una amenaza directa para los empleos en el sector. Durante las negociaciones, los representantes sindicales insisten en limitar el avance de la automatización, argumentando que esta sustituye puestos de trabajo y afecta la estabilidad de las comunidades que dependen económicamente de las operaciones portuarias. Según Dennis Daggett, vicepresidente ejecutivo de la ILA, “la robótica no debería sustituir el trabajo de un ser humano, especialmente cuando este ha realizado históricamente esa labor”. Este enfoque, según analistas, se contrapone a las presiones de modernización en un sector clave para la economía estadounidense.

Cabe destacar que, por ahora, el presidente electo de EE. UU., Donald Trump, manifestó su apoyo a las demandas de la ILA, subrayando la necesidad de equilibrar los avances tecnológicos con la protección del empleo. 

Ventajas innegables 

Shipping and Freight Resource reporta que, quitando de lado la complicada situación en las negociaciones, la automatización de las RMG ha traído múltiples beneficios a los puertos. Estas grúas, controladas por avanzados sistemas tecnológicos, permiten trabajar con mayores volúmenes de carga en menos tiempo, agilizando las operaciones portuarias y reduciendo los tiempos de permanencia de los buques. Además, sus sistemas de sensores y control garantizan una colocación precisa de los contenedores, minimizando daños y errores humanos.

Otra ventaja destacable es la optimización del espacio. Las RMG automatizadas permiten apilar contenedores en mayor altura y con mayor densidad, una solución clave para puertos con limitaciones de espacio físico. Asimismo, al operar en áreas más reducidas, estas grúas reducen la necesidad de expansiones infraestructurales significativas.

En términos de seguridad, la automatización disminuye la exposición de los trabajadores a áreas peligrosas, reduciendo riesgos de accidentes. Muchas de estas grúas pueden ser operadas de forma remota, lo que añade una capa adicional de protección para el personal.

Costo inicial de las RMGs, un desafío 

A pesar de sus beneficios, la automatización de las RMG implica retos significativos. Uno de los más destacados es el elevado costo inicial de adquisición e instalación, que incluye modificaciones en la infraestructura portuaria, como cimientos reforzados y sistemas eléctricos avanzados. Además, la capacitación de los operadores y personal técnico especializado representa un gasto adicional.

El mantenimiento regular es otro desafío. Las inspecciones periódicas, las actualizaciones de software y las reparaciones pueden generar tiempos de inactividad costosos, especialmente en operaciones de alta demanda. Asimismo, la dependencia tecnológica plantea riesgos de ciberseguridad y vulnerabilidades técnicas que podrían interrumpir las actividades portuarias. 

Todo esto sin destacar los anteriormente mencionados conflictos entre los trabajadores y los operadores portuarios, con una disminución de la intervención humana en las operaciones que ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad del empleo.

Shipping and Freight Resource destaca que la automatización también tiene, por extensión, efectos en las comunidades locales. La reducción de empleos tradicionales afecta a las economías regionales, disminuyendo el poder adquisitivo de las familias y creando presiones sobre las empresas locales. Además, los trabajadores desplazados enfrentan desafíos para adaptarse a nuevas funciones que requieren habilidades técnicas avanzadas. Programas de capacitación y apoyo son esenciales para facilitar esta transición.

En términos sociales, el desplazamiento laboral puede generar tensiones, aumentando el desempleo y afectando la cohesión comunitaria. Las inversiones en servicios de apoyo, como prestaciones por desempleo y programas de reciclaje laboral, son cruciales para mitigar estos efectos y fomentar una transición equitativa hacia la automatización.

Finalmente… 

La automatización de las grúas RMG representa un avance crucial para la industria portuaria, con beneficios innegables en eficiencia y seguridad. Sin embargo, los desafíos económicos, laborales y sociales asociados requieren atención cuidadosa. La huelga pendiente de la ILA evidencia la necesidad de políticas que mitiguen los impactos negativos de la automatización y promuevan una transición sostenible y equitativa. En este contexto, el equilibrio entre el progreso tecnológico y la protección del empleo es esencial para garantizar un desarrollo portuario que beneficie tanto a las empresas como a las comunidades.