La Oficina de Análisis Económico de EE. UU. (BEA, por sus siglas en inglés) publicó los datos del gasto de consumo correspondientes a septiembre de 2024, que registró una disminución en la tasa de crecimiento tanto en bienes como en servicios disminuyó, desde un peak del 2,6% interanual en mayo hasta el 1,8 % interanual en septiembre de 2024.

Sin embargo, Sea-Intelligence remarca que, desde la perspectiva del transporte marítimo de contenedores, el gasto de consumo en servicios es irrelevante. Por ello, la figura (abajo) muestra el crecimiento interanual del gasto de consumo en bienes, desglosado en bienes "duraderos" y "no duraderos". Según se observa, la tasa de crecimiento anual de ambos tipos de bienes está experimentando una reducción- a medida que en el hemisferio norte sale del verano septentrional de 2024 e ingresa al otoño- por debajo del 1% de crecimiento en septiembre de 2024.

Según la consultora, uno de los componentes de mayor crecimiento del gasto en bienes en 2024 fue la subcategoría de "Bienes y vehículos recreativos". El crecimiento en esta categoría superó con creces a otras categorías de bienes. En 2019, el consumidor estadounidense promedio gastó el 10,2% de su consumo en bienes, en la compra de algo relacionado con bienes y en vehículos recreativos. En junio de 2024, este porcentaje había aumentado al 14,2%, lo que supone un gran cambio en el gasto de los consumidores.

Dentro de esta subcategoría, el mayor gasto se destina a “vídeo, audio, fotografía y TI”. Sin embargo, si se profundiza un poco más, la mayor parte del crecimiento en esa subcategoría corresponde a “equipos de procesamiento de información”, especialmente “software informático”, ninguno de los cuales es carga en contenedores.

Dado que no ha habido un repunte repentino excesivo en el gasto de los consumidores recientes que impulse un cambio perceptible en los volúmenes de contenedores, se puede concluir que la fuerte temporada alta del verano septentrional de 2024 para las importaciones en contenedores en EE. UU desde Asia se debió principalmente a la carga anticipada para su consumo posterior, en lugar de a un aumento subyacente de la demanda de los consumidores.