China ha dejado de ser solo un comprador de materias primas para consolidarse como un inversor clave en sectores estratégicos de América Latina. Según el monitor de Inversión Extranjera Directa (IED) de China en América Latina y el Caribe (OFDI), al cierre de 2024 ya se habían confirmado el 678 de las transacciones, con desembolsos que superan los US$129 mil millones en infraestructura y la creación de casi un millón de empleos., informó Diario Financiero 

En paralelo, el Regional Repository of Chinese Investments in Latin America, elaborado por el Núcleo Milenio sobre los Impactos de China en América Latina y el Caribe (Iclac) junto a The Dialogue, contabiliza 296 inversiones en ocho países por cerca de US$132 mil millones. Si bien minería y energía siguen dominando, en la última década se observa una clara diversificación hacia la transición energética y la logística.