Estados Unidos contaría con una oportunidad única al explorar el potencial de la propulsión nuclear en el sector marítimo como parte de una estrategia para revitalizar su industria de construcción de buques. Christopher J. Wiernicki, presidente y director general de la sociedad de clasificación ABS, señaló que los buques impulsados por pequeños reactores modulares avanzados (SMR) podrían desempeñar un papel clave en esta transformación, reportó Offshore Energy.

Actualmente, Estados Unidos ocupa el puesto 19 en el ranking mundial de construcción marítima comercial y busca estrategias para mejorar su posición en este sector. Según Wiernicki, el próximo paso es desarrollar un demostrador de SMR marinizado que permita evaluar su viabilidad en la industria marítima.

El líder de ABS destacó que esta tecnología podría cambiar significativamente el modelo comercial, la economía del transporte marítimo y el diseño de los buques. Además, sostuvo que la energía nuclear aplicada al transporte marítimo podría ser competitiva, considerando factores como los diferenciales de combustible, los costos de cumplimiento normativo y el valor residual de las naves.

Un largo camino 

Wiernicki enfatizó que aún quedan desafíos por superar, incluyendo la inversión en tecnología y el desarrollo de un marco regulador adecuado para los SMR. Indicó que es necesario separar las aplicaciones comerciales de las militares y mejorar la educación y el compromiso público en torno a esta tecnología.

La regulación y el otorgamiento de licencias se presentan como factores determinantes para la adopción de la energía nuclear en el sector marítimo. Actualmente, las normativas están diseñadas para reactores terrestres de gran escala, lo que plantea la necesidad de desarrollar un marco específico para los SMR y promover una colaboración global en materia de regulación.

En un contexto de competencia global, el Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) ha señalado que el "dominio selectivo" de China en los sectores marítimo, logístico y de construcción marítima afecta al comercio estadounidense. Según la embajadora Katherine Thai, Estados Unidos construye menos de cinco buques al año, mientras que China produce más de 1.700 embarcaciones anuales.