Pese a más de una década de debates centrados en tecnología, estándares de datos e interoperabilidad, las mayores dificultades para avanzar en el comercio digital continúan siendo la accesibilidad y la falta de información entre pequeñas y medianas empresas (pymes), transitarios y equipos operativos. Así lo indica un análisis reciente basado en un estudio realizado por Enigio.

Aunque las discusiones del sector suelen enfocarse en plataformas, blockchain o modelos de interoperabilidad, la experiencia cotidiana de muchos actores del comercio exterior sigue estando determinada por procesos manuales. Para estas compañías, las dudas más frecuentes son prácticas: si la digitalización puede evitar retrasos de mensajería, reducir errores de documentación o agilizar la movilización de carga sin depender de que todos los involucrados adopten nuevas tecnologías al mismo tiempo.

La digitalización aún se percibe como inaccesible

Según Shipping and Freight Resource, para numerosas pymes, la digitalización ha sido presentada como un proceso complejo o reservado a organizaciones con modernos equipos tecnológicos. La realidad operativa mantiene al papel como opción dominante por su previsibilidad, no por su eficiencia.

El estudio de Enigio evidencia esta situación:

• 53,62% de los encuestados continúa enviando documentos originales en papel..
• 46,81% sufre retrasos directamente vinculados al traslado físico de documentos.
• 51,49% considera que los costos de mensajería siguen representando una carga importante.
• 42,13% señala que bancos o clientes aún exigen “originales”, lo que deja fuera a los archivos PDF.
• 64,26% identifica la reducción de demoras en el procesamiento como su principal motivo para digitalizar.

Estos resultados refuerzan la percepción de que la digitalización requiere cambios estructurales para los cuales muchas empresas no se sienten preparadas.

Una de las creencias extendidas en el sector es que el comercio digital solo funcionará plenamente cuando todos los sistemas puedan conectarse entre sí. Esta idea genera inmovilidad: si la digitalización depende de que todo el ecosistema avance al mismo tiempo, las pymes concluyen que deben esperar.