Brasil dio un giro clave en la licitación del futuro terminal de contenedores en el Puerto de Santos. El Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) votó seis a tres a favor de recomendar un modelo de licitación en dos fases que, en primera instancia, excluye a los actuales operadores del complejo portuario, entre ellos Maersk y MSC, bajo el argumento de evitar una mayor concentración de mercado en el puerto brasileño, reporta Reuters. 

La resolución representa un revés para los grupos que ya operan terminales en Santos, ya que solo podrán participar en una segunda ronda en caso de que la primera fase no reciba ofertas válidas. El esquema, propuesto por el regulador la Agencia Nacional de Transportes Acuáticos de Brasil (ANTAQ) y cuestionado judicialmente por Maersk, abre la puerta a nuevos actores, particularmente operadores asiáticos o incluso compañías ligadas al grupo cárnico JBS, que el año pasado entró al negocio portuario con un terminal en Santa Catarina.

El gobierno de Brasil proyecta que el futuro adjudicatario del proyecto Tecon 10 deberá invertir aproximadamente US$1,11 millones durante los 25 años de concesión —casi 6.000 millones de reales— con el objetivo de aumentar en 50% la capacidad de movilización de contenedores en Santos y aliviar los persistentes cuellos logísticos del puerto. “Aceptar la propuesta de realizar la licitación en dos fases aumenta la posibilidad de ingreso de un operador independiente y reduce el riesgo de que un único actor controle el terminal”, sostuvo el ministro del TCU, Augusto Nardes..