Hapag-Lloyd ha firmado un contrato con el astillero chino CIMC Raffles para la construcción de ocho nuevos portacontenedores. Los buques ordenados tendrán cada uno una capacidad de 4.500 TEUs y está previsto que se entreguen en 2028 y 2029. El volumen de inversión de la operación supera los US$500 millones.

Los nuevos buques estarán equipados con motores de última generación de combustible dual metanol. Serán hasta un 30% más eficientes que las generaciones anteriores de buques de la misma clase de tamaño y podrán ahorrar hasta 350.000 toneladas métricas de CO₂e por año cuando operen con propulsión a metanol. Estos buques, que forman parte del primer proyecto de construcción de Hapag-Lloyd que utiliza esta tecnología de propulsión sostenible, complementarán la creciente gama de portacontenedores de combustible dual de la línea naviera que, consistente en 37 naves dual-fuel GNL, que también pueden operar con biometano, y que están en operación o planificadas.

Además, en abril de 2024, Hapag-Lloyd ya había acordado con Seaspan Corporation la conversión de cinco buques portacontenedores de 10.100 TEUs de combustible dual metanol para 2026 y 2027. Asimismo, en noviembre de 2024, Hapag-Lloyd firmó un acuerdo con el productor de energía chino Goldwind para el suministro de 250.000 toneladas métricas de metanol verde por año, el cual consistirá en una mezcla de biometanol y e-metanol y que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 70%, cumpliendo con todas las certificaciones de sostenibilidad vigentes.

Asimismo, se decidió que otros 14 nuevos buques de 1.800 TEUs (4), 3.500 TEUs (6) y 4.500 TEUs (4) serán fletados a largo plazo. Las naves serán entregadas entre 2027 y 2029. Tal como se anunció el 13 de noviembre de 2025, Hapag-Lloyd está invirtiendo así en un total de 22 nuevos buques en el segmento con capacidad inferior a los 5.000 TEU.

“La modernización continua de nuestra flota está firmemente anclada en nuestra Estrategia 2030. Los nuevos buques ayudarán a reemplazar capacidad más antigua, a avanzar aún más en la descarbonización de la flota de Hapag-Lloyd y a reducir nuestra dependencia del mercado de fletes. Además, operar estos buques de última generación será mucho más rentable”, señaló Rolf Habben Jansen, CEO de Hapag-Lloyd.

Hapag-Lloyd, sostuvo finalmente que se mantiene comprometida con su objetivo de ser un motor de sostenibilidad en el transporte marítimo de contenedores y con la descarbonización gradual de su flota. Para 2030, la compañía planea reducir las emisiones absolutas de GEI de sus operaciones de flota en alrededor de un tercio con respecto a 2022. La operación neta cero de la flota se logrará en 2045.